Chile requerirá inversiones por cerca de US$ 150,000 millones para lograr su ambiciosa meta de elevar su producción de cobre a nueve millones de toneladas al 2050, como parte de un plan con marcado enfoque en reducir la huella ambiental de la industria, dijo el miércoles a Reuters el ministro de Minería.
El mayor productor mundial de cobre y segundo en litio y molibdeno lanzó el martes una Política Nacional Minera (PNM) con metas proyectadas al 2050 para mantener su liderazgo en la competitiva industria.
En una entrevista telefónica, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, dijo que en una primera etapa el país proyecta alcanzar el nivel de 7 millones de toneladas anuales de cobre al 2030, marcando un récord en el 2028 de 7.3 millones.
Para esto Chile tiene un catastro de 49 proyectos entre 2020-2029 por más de US$ 74,000 millones y Jobet dijo que para alcanzar el objetivo debe lograr ejecutar el 70% de ese plan.
“Es una cifra relevante, una meta ambiciosa, pero alcanzable si hacemos las cosas bien”, opinó.
Luego, la meta para alcanzar los nueve millones de toneladas al 2050 “requiere una materialización de US$ 74,000 millones adicionales entre el 2030-2045, porque los proyectos se demoran en madurar”, indicó.
“En ese escenario, que es ya más distante en el tiempo, hay un supuesto aumento de la inversión en exploración, un uso más efectivo de las concesiones mineras (...) y una cartera de proyectos de cobre más o menos similar”, dijo.
Respecto al mercado de litio, aseguró que el país tiene “más reservas de lo que estamos siendo capaces de producir” y el desafío es elevar la producción con una mezcla de mayor aporte de los actores actuales -SQM y Albemarle- y por la vía de atraer nuevos inversionistas.
“Es una combinación de ambas cosas y de aquí a fin de año vamos a dar pasos muy concretos para avanzar en esa dirección en materia de litio”, dijo, pero declinó aportar detalles.
Además la PNM contempla la incursión en el negocio de Tierras Raras, aunque el ministro reconoció que está en una etapa muy temprana de diagnóstico.
Jobet dijo que las 78 metas son diversas por lo que algunas requerirán nuevas leyes, ajustes reglamentarios o acuerdos directos con las empresas mineras.
Además reconoció que ya la industria está avanzando en muchos aspectos contemplados en los objetivos como el uso del agua, adopción de energías renovables, igualdad de género y automatización, entre otros.
Política de estado
Jobet defendió el documento argumentando que no fue delineado por el gobierno sino que participaron más de 3,500 personas, incluyendo opositores, con lo que confía que se mantendrá el consenso una vez que cambie la administración.
“Nos permite estar optimistas que es un política que va a trascender de este gobierno, que va más allá de los ciclos políticos y es una política de Estado”, afirmó.
El funcionario señaló que los objetivos de la política están incluso “muy en línea” con el actual debate en el Congreso para imponer una regalía minera aunque reiteró que no comparte la redacción que aprobó de la Cámara de Diputados.
“Hay un acuerdo muy transversal de que hay un espacio para tener una conversación sobre el aporte que hace la minería al país, que debe ser justa y acorde con la importancia que tiene, pero que no afecte la competitividad de Chile ni la atracción de inversiones”, aseguró.
El mercado sigue con atención la discusión actual sobre regalías y una ley de protección de glaciares, además de la redacción de una nueva Constitución, que es redactada por una asamblea liderada por independientes y movimientos de izquierda, lo que genera incertidumbre sobre las inversiones.
Jobet dijo que la política contiene metas concretas y una visión muy clara de lo que se quiere hacer y cuándo “pero no baja todavía el detalle del cómo se consiguen cada una de esas cosas y esa es la etapa que viene ahora”.