(Foto referencial: El Comercio)
(Foto referencial: El Comercio)

El gobierno chileno anunció este jueves inversiones por US$ 5,000 millones para asegurar el , en el marco de una batería de medidas para hacer frente a una década de sequía.

La disminución de las precipitaciones -con casi un 80% de déficit durante este invierno austral en la región Metropolitana-, afecta a prácticamente todas las regiones del país, con una baja en los caudales de los ríos, una menor acumulación de agua en los embalses y de nieve en la cordillera.

Este fenómeno “está afectando a muchas familias que ven escasear el abastecimiento de agua, a la agricultura, la minería, la energía, industria, generación eléctrica y prácticamente todos los sectores de nuestro país”, afirmó el presidente , al anunciar en el palacio de gobierno una serie de medidas para enfrentar la sequía.

“Chile vivía como si fuera un país que tenía abundancia de agua, el y el calentamiento global cambió esa situación quizás para siempre, y tenemos que acostumbrarnos a usar con mayor eficacia recursos como el agua y la energía”, enfatizó el mandatario.

Hasta hoy 56 comunas deestán bajo un decreto de ‘Escasez hídrica’ y otras 111 en ‘Emergencia Agrícola’ en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y Maule, todas ubicadas en el centro del país, donde se han destinado recursos para abastecer a las familias de agua y entregar forraje a animales, entre otras medidas.

Cerca de 380,000 personas están recibiendo abastecimiento de agua a través de camiones aljibes, de acuerdo a Piñera, que aseguró, no obstante, que el “el abastecimiento de agua potable en nuestras ciudades está garantizado durante esta temporada de primavera y verano”.

Pero para asegurar este abastecimiento en el futuro se requiere “un plan de inversiones que compromete o va a involucrar inversiones por más de US$ 5,000 millones en este sector”, agregó Piñera.

Los fondos serán destinados a aumentar la capacidad de producir agua de las sanitarias, mejorar la seguridad en el abastecimiento y de la calidad del agua y reducir las pérdidas en el sistema de agua potable urbano, que alcanzan a casi el 35% del agua que se produce.

También, inversiones en embalses y de tecnificación del riesgo para la agricultura.