Los nuevos casos de Covid-19 se dispararon este sábado en Chile y superaron la barrera de las 4,000 infecciones, con 4,380 nuevas contagios detectados en 24 horas, el dato más alto desde el 27 de junio pasado.
En la última semana, los nuevos casos a nivel nacional aumentaron un 78% y solo 3 de las 16 regiones del país disminuyeron las nuevas infecciones, informaron este sábado las autoridades sanitarias.
“En comparación con el 27 de junio de 2021, los casos activos presentan una variación muy importante. En ese entonces informamos de 29,118 y hoy tenemos 17,132 personas. Es decir, casi 12,000 casos activos menos en comparación a esa fecha”, explicó el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
El balance total desde el inicio de la pandemia quedó así en 1.8 millones de infecciones y 39,251 muertos, tras confirmarse 19 nuevos decesos en las últimas 24 horas.
La pandemia, que tuvo su pico más grave entre marzo y junio pasados y obligó a confinar una vez más al 90% de la población, llevaba varios meses bajo control, pero las fiestas navideñas y la llegada de la variante ómicron han complicado un poco la situación.
La tasa nacional de positividad -número de positivos por exámenes realizados- escaló también hasta el 5.3%, la más alta en seis meses.
Pese al aumento de casos, la presión hospitalaria sigue siendo baja, cercana al 65%, con menos de 500 pacientes ingresados en cuidados intensivos y más de 250 camas críticas aún disponibles.
Para tratar de frenar el avance de la variante sudafricana, Chile anunció el jueves que empezará a aplicar la cuarta dosis de la vacuna contra el Covid-19 el próximo lunes a las personas inmunodeprimidas y desde el 7 de febrero a los mayores de 55 que hayan cumplido seis meses desde su anterior inyección.
Chile ha llevado a cabo una de las campañas de inoculación más exitosas del mundo, con más del 92% de la población (19 millones de habitantes) con un esquema completo de vacunación de dos dosis o dosis única y con más de 11.3 millones de dosis de refuerzo aplicadas.
La vacuna más usada es CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, aunque también se administran en menor medida Pfizer/BioNtech, AstraZeneca y Cansino.
Sin embargo, todavía hay 1.6 millones de personas que no se han puesto la tercera dosis y que sufren restricciones de movilidad desde el pasado 1 de enero, entre las que destacan la prohibición de acceder al interior de bares y restaurantes.