Casi medio centenar de tiendas cerraron sus puertas cada día en el Reino Unido durante los seis primeros meses de 2021, según un informe difundido este domingo por la consultora PwC, que destaca pese a todo que el ritmo de clausuras es menor del esperado e inferior al mismo período del año anterior.
A lo largo del primer semestre, un total de 8,739 tiendas cerraron en el país, mientras que otras 3,488 abrieron sus puertas, lo que arroja una pérdida neta de 5,251, de acuerdo a las cifras facilitadas por Local Data Company a PwC.
En los seis primeros meses de 2020 fueron 11,120 establecimientos los que echaron el cierre, para una pérdida neta de 6,001.
La consultora destaca en su informe que los negocios “permanecen firmes ante los continuos desafíos” y reconoce que esperaba unos resultados “tétricos” en su investigación, que finalmente no se produjeron.
Para PwC, la clave de esta resiliencia pasa por los programas de mantenimiento del empleo (los llamados ERTE) promovidos por el Gobierno, así como los préstamos de dinero público o la moratoria en los alquileres, lo que “ha dado a muchos el respiro que necesitaban para reconvertirse y adaptarse”.
Por ello, gracias al aumento de la confianza de los consumidores, “hay razones para la esperanza”, a juicio de la consultora.
Sin embargo, incluso aunque algunas medidas de apoyo se mantengan, como la moratoria del alquiler extendida hasta marzo de 2022, Pwc alerta de que las cosas podrían empeorar en la segunda mitad del año, precisamente por la vuelta del impuesto de sociedades o el fin de los ERTE.
“Los próximos seis meses serán de vida o muerte para muchos, especialmente por la restauración de los impuestos a empresas, el fin de los ERTE y los alquileres impagados, así como por la incertidumbre en la hostelería sobre futuros confinamientos o certificados de vacunación”, señaló Lisa Hooker, responsable del sector de Mercados de Consumo en PwC.
Como tendencias de fondo, la consultora apunta que los consumidores están variando sus preferencias en cuanto al lugar para realizar sus compras, dejando el centro de las ciudades y buscando sobre todo centros comerciales o establecimientos en las afueras a los que llegan en coche.