La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió al Congreso peruano ratificar el Acuerdo de Escazú, un importante tratado ambiental regional para la protección de los defensores de la naturaleza que fue archivado por segunda vez la semana pasada.
“Creo que es clave que el Perú ratifique el Acuerdo de Escazú. Lo he conversado con las autoridades gubernamentales como con el Congreso el día de ayer (martes), y se me ha señalado que lo van a revisar”, dijo Bachelet en conferencia de prensa tras una visita para analizar avances en derechos humanos.
La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano archivó el 11 de julio la ratificación del Acuerdo de Escazú. En el 2020 otra comisión parlamentaria encarpetó la implementación del tratado.
El Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, Participación Pública y Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe resguarda con detalle los derechos de los activistas en esas regiones, donde en el 2020 se produjeron tres de cada cuatro asesinatos de ambientalistas en el mundo, según la organización Global Witness.
El acuerdo, vigente desde el 2021 y adoptado en la ciudad costarricense de Escazú, es un instrumento multilateral inédito que promueve el libre acceso informativo, la participación ciudadana en la toma de decisiones, el acceso a la justicia en materia ambiental y la protección de los defensores.
Trece países han ratificado el acuerdo hasta la fecha. Chile fue el último en el mes de junio.
Para que la adhesión al pacto entre en vigor, ésta debe ser ratificada primero por el Congreso y luego depositada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.