A los administradores de dinero que poseen bonos colombianos les espera un período electoral difícil si las recientes experiencias de Chile y Perú les sirven de ejemplo, y la posibilidad de que el endurecimiento mundial de la política monetaria afecte a los mercados significa que las cosas podrían ser aún peor.
Los inversionistas y analistas piden cautela de cara a las elecciones que se celebrarán el 29 de mayo en la nación andina, ya que un candidato que se opone a la exploración petrolera se perfila como favorito en un país donde el crudo es la principal exportación. Es una reminiscencia de los riesgos que debieron enfrentar los mercados financieros cuando Chile y Perú dieron un giro hacia la izquierda el año pasado.
La deuda en dólares a diez años tanto de Perú como de Chile se desplomó el año pasado en los dos meses anteriores a las primeras vueltas de sus respectivas elecciones presidenciales. A medida que caían los precios, el rendimiento de los bonos peruanos a 2031 se amplió unos 21 puntos básicos con respecto a los títulos del Tesoro de Estados Unidos en febrero y marzo del año pasado, antes de la primera vuelta electoral de abril. El diferencial de los bonos a 2031 de Chile, por su parte, se amplió casi 27 puntos básicos en septiembre y octubre, antes de las elecciones de noviembre.
“Hay una similitud entre Colombia y Chile/Perú en cuanto al ánimo anti establecimiento”, dijo Esther Law, administradora de dinero sénior de deuda de mercados emergentes con sede en Londres de Amundi, que supervisa 2,1 billones de euros (US$2,35 billones). “Pero Colombia comenzó con una matriz macroeconómica más débil frente a Perú y Chile, lo que hace que los activos de Colombia sean más vulnerables a la incertidumbre”.
Perú y Chile están calificados en niveles de grado de inversión por las tres principales agencias calificadoras, mientras que Colombia fue rebajada el año pasado a grado especulativo por S&P Global Ratings y Fitch Ratings.
Los inversionistas están evaluando las probabilidades de una victoria del candidato de izquierda y exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Todas las principales encuestas de opinión publicadas en los últimos meses muestran a Petro con una amplia ventaja de cara a las elecciones, y ya ha empezado a atemorizar a los tenedores de bonos de la petrolera estatal Ecopetrol SA con sus promesas de frenar abruptamente la exploración de petróleo y gas en Colombia.
El libro de jugadas
Algunos esperan que Petro modere sus políticas si gana las elecciones, como ha sucedido a menudo con los presidentes de izquierda en América Latina cuando se enfrentan a la realidad de manejar economías volátiles. Pero eso no significa que tenga sentido invertir en los bonos todavía.
“El libro de jugadas de vender antes de una elección y comprar justo antes o justo después todavía tiene sentido”, dijo Aaron Gifford, analista de deuda soberana de mercados emergentes de T. Rowe Price Group en Baltimore. Aun así, “nadie quiere arriesgarse con tanta incertidumbre”.
Tras ganar las elecciones en diciembre, el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, eligió a funcionarios favorables al mercado para dirigir la economía, incluido el presidente del banco central como ministro de Hacienda. Boric asume el cargo el 11 de marzo. En Perú, el presidente Pedro Castillo también complació a los mercados al nombrar a un antiguo economista del banco central como ministro de Economía, lo que calmó la agitación política, pero irritó a los aliados tras varios cambios de gabinete.
Para Gifford, vale la pena ser cauteloso en Colombia dada la posibilidad de una victoria de Petro, aunque es probable que se produzca un repunte de alivio dado lo difícil que sería implementar los cambios radicales que ha propuesto. Petro pretende acelerar la transición de Colombia hacia las energías limpias mediante la suspensión de la exploración el primer día de su Gobierno.
Riesgo fiscal
Fitch Ratings advirtió la semana pasada que las perspectivas a mediano plazo para el panorama fiscal de la nación se verán influenciadas por las elecciones. Al igual que muchos países, Colombia saldrá de la pandemia en 2022 bajo la presión de los inversionistas para controlar el gasto público y reducir el déficit.
Puede que a Petro le resulte difícil hacerlo.
Álvaro Vivanco, jefe de estrategia de mercados emergentes de NatWest Markets, dijo que las probabilidades de una victoria de Petro y un giro brusco en el modelo económico del país son lo suficientemente altas como para justificar una posición defensiva. Espera que el peso de la nación caiga frente a la moneda chilena a medida que aumente la incertidumbre antes de las elecciones en mayo.
Además, el momento de Colombia no es bueno.
Las elecciones se producen justo cuando aumentan las expectativas de que la Reserva Federal se embarque en un agresivo ciclo de ajuste monetario, mientras crecen las apuestas entre los operadores de que la Fed subirá las tasas en un total de un punto porcentual durante sus próximas tres reuniones.
“Lo más probable es que, a medida que se desacelere el suministro de liquidez de los grandes bancos centrales y se produzca un mayor endurecimiento, el mercado tendrá mucha menos tolerancia a la incertidumbre política”, dijo Guillermo Osses, jefe de estrategia de deuda de mercados emergentes de Man GLG. “Así que esperaríamos ver mucha más volatilidad a través de este proceso electoral colombiano que lo que vimos en Chile o Perú”.