La inflación se aceleró al mayor ritmo en 15 años en algunas de las economías más grandes de América Latina en el 2021, pero las políticas monetarias creíbles han mantenido ancladas las expectativas de aumento de precios a largo plazo, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Brasil, Chile, Colombia, México y Perú registraron un aumento de precios de 8.3% en el 2021, el mayor incremento en 15 años y una tasa superior a las lecturas de otros mercados emergentes, indicó.
Argentina, otra gran economía de la región, experimentó un avance de la inflación superior a 50% el año pasado.
Aparte del alza de los precios de las importaciones y las materias primas, señaló el FMI, la debilidad de las divisas y la demanda reprimida de los consumidores, los aumentos incorporados que se ajustan con la inflación han elevado los precios aún más en algunos casos en la región.
Pero en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, los bancos centrales se han ganado credibilidad ya que las tasas de interés referenciales aumentaron el año pasado entre 1.25 y 7.25 puntos porcentuales. El endurecimiento de las políticas monetarias, junto con la orientación a futuro, han ayudado a mantener ancladas las expectativas de inflación, dijo el organismo.
“Las expectativas de inflación a largo plazo siguen relativamente bien ancladas, lo que refleja la confianza en la política monetaria para que la inflación vuelva a los objetivos. Sin embargo, las expectativas de inflación a corto plazo son elevadas, lo que sugiere la necesidad de una supervisión continua”, dijo el FMI.
Una política monetaria más estricta en Estados Unidos, que generalmente aumenta la presión sobre América Latina y otros mercados emergentes, es otra variable que la región debe tener en cuenta.
“Las autoridades podrían prepararse para el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos extendiendo los vencimientos de la deuda pública, reduciendo las necesidades de renovación fiscal y limitando la acumulación de depreciaciones de monedas en los balances del sector financiero cuando sea posible”, comentó el FMI.
Tensiones sociales
Las presiones de precios junto con un calendario electoral cargado este año y una desaceleración del crecimiento siguen siendo factores que conllevan altos riesgos de malestar social en la región.
“La pandemia se produjo después de un año de convulsión social generalizada en la región, que se había acumulado durante los años de estancamiento económico que siguieron al final del auge de las materias primas. Con un pesado calendario electoral a la vista, el tema social sigue siendo un riesgo importante y la desigualdad tendrá que reducirse y abordarse”, afirmó el FMI.
Brasil, Colombia y Costa Rica elegirán presidentes este año mientras que se esperan referendos y elecciones locales en Chile, Uruguay, México y Perú.
La semana pasada, el FMI redujo su expectativa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) para el 2022 en América Latina y el Caribe en 0.6 puntos porcentuales a 2.4% para este año, después de un repunte estimado de 6.8% en el 2021.
El FMI citó un crecimiento más lento en China y Estados Unidos, cuellos de botella logísticos y el surgimiento de la variante ómicron del coronavirus como argumentos para aplicar la rebaja en las previsiones latinoamericanas.
El recorte deja a la región enfrentando lo que el FMI considera como tres grandes desafíos: garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas, aumentar el crecimiento potencial y hacerlo de una manera que promueva la cohesión social y aborde las desigualdades sociales.
“Abordar estos desafíos, que comenzaron incluso antes de la pandemia, llevará tiempo. Las autoridades deberían comenzar ahora a desarrollar una estrategia integral para afrontarlos y crear un consenso social en torno a esta estrategia”, subrayó el FMI.