La industria automotriz europea advirtió hoy de los efectos catastróficos de un Brexit sin acuerdo, estimando que un divorcio abrupto con Reino Unido representaría un “sismo” para la fabricación de vehículos en el bloque.
“La retirada de Reino Unido de la Unión Europea (UE) sin acuerdo provocaría un sismo para las condiciones comerciales”, estiman la Asociación Europea de Fabricantes de Vehículos (ACEA), la de proveedores (CLEPA) y otras 21 nacionales.
Las organizaciones explican en un comunicado conjunto que un Brexit a las bravas implicaría “miles de millones de euros en impuestos”, algo que afectaría “a la elección de los consumidores a ambos lados del canal de la Mancha”.
“El Brexit no es sólo un problema británico. Nos afecta a todos en la industria automóvil europea y más allá”, según Christian Peugeot, presidente del Comité de Fabricantes Franceses de Automóviles (CCFA), citado en el comunicado.
Las asociaciones advirtieron que una retirada caótica de Reino Unido asestaría un “duro” revés a las cadenas de suministro “justo a tiempo” que se extienden más allá de las fronteras internacionales.
“Las industrias automotrices de la UE y de Reino Unido necesitan un comercio fluido y se verían gravemente penalizadas por impuestos y cargas administrativas sobre las piezas de recambio y los vehículos”, según Bernhard Mattes.
El presidente de la asociación de la industria alemana VDA abogó además por que Londres y la UE adopten “todas las medidas necesarias para evitar un Brexit sin acuerdo”.
Un vocero del ministerio de Estrategia Industrial británico aseguró que su objetivo es abandonar la UE el 31 de octubre. “De preferencia con un nuevo acuerdo que redunde en beneficio de nuestras empresas y nuestros ciudadanos”, agregó.
El gobierno británico ha previsto 108 millones de libras esterlinas (unos 122 millones de euros, unos US$ 134 millones) “para apoyar a las empresas a prepararse” para el Brexit, explicó.
Las asociaciones de constructores europeos evalúan por su parte en unos 5,700 millones de euros (US$ 6,265 millones) los sobrecostos vinculados a los aranceles adicionales en caso de un divorcio sin acuerdo.
“Daños irreversibles”
Gigantes del sector como el alemán BMW, el francés PSA y el japonés Nissan poseen actualmente fábricas en Reino Unido, cuyo futuro parece comprometido en caso de un Brexit sin acuerdo.
El jefe de PSA, Carlos Tavares, advirtió en julio que el constructor estaba dispuesto a trasladar la actividad de su fábrica británica de Ellesmere Port a la Europa continental si el Brexit salía mal.
A finales de junio, PSA ya advirtió que fabricaría su nuevo Astra en esta fábrica del noroeste de Inglaterra sólo en caso de acuerdo sobre el Brexit.
BMW anunció por su parte a principios de septiembre que paralizaría durante dos días la actividad de su fábrica de Oxford en torno a la fecha del Brexit, el 31 de octubre, ante la eventual confusión en el sector.
Y Nissan ya explicó en marzo que pondría fin a la producción de sus modelos de lujo Infiniti en su fábrica de Sunderland, en el noreste de Inglaterra.
“Un Brexit sin acuerdo tendría un impacto inmediato y devastador en la industria, socavando la competitividad y creando daños irreversibles y duros”, según Mike Hawes, presidente de la asociación de fabricantes y vendedores de automóviles británica SMMT.
Las inversiones en la industria automóvil británica ya han sufrido un importante frenazo en el primer semestre a causa de la inquietud sobre el Brexit.
Entre enero y junio, las nuevas inversiones anunciadas cayeron a 90 millones de libras esterlinas (98.2 millones de euros, US$ 107 millones), un retroceso del 70%.
Casi un 10% de los vehículos montados en el continente europeo se exportan a Reino Unido, según datos del sector.
El sector automóvil europeo produce 19.1 millones de vehículos anuales y emplea 13.8 millones de personas, es decir el 6.1% de la población activa.