La popularidad del presidente Jair Bolsonaro aumentó entre las mujeres, los pobres y los votantes del noreste de Brasil después de que lanzara su campaña a la reelección de la mano de su esposa y anunciara mayores entregas de ayuda en efectivo, según la última encuesta.
El presidente ultraderechista recibió el 27% de las intenciones de voto de las mujeres, frente al 21% de junio, según una encuesta publicada el viernes por Datafolha. Eso todavía se encuentra muy por detrás de la posición de su principal rival, Luiz Inácio Lula da Silva, quien obtendría el 46% de los votos, frente al 49% anterior.
En general, Lula obtendría el 47% de los votos en la primera vuelta del 2 de octubre, mientras que Bolsonaro conseguiría un 29%, según la encuesta. Las cifras se mantuvieron estadísticamente sin cambios frente a junio.
Con su discurso machista y su adopción de valores familiares tradicionales, el excapitán del Ejército ha enfrentado durante mucho tiempo dificultades para ganar terreno entre las mujeres, que, según Datafolha, representan el 52% de los votantes brasileños. Pero, dado que Lula lidera las principales encuestas de opinión por un amplio margen, los profesionales de marketing y encargados de la campaña de Bolsonaro están tratando de moderar su imagen y conseguir apoyo adicional.
La primera dama, Michelle Bolsonaro, pronunció el domingo el discurso de apertura que dio el puntapié inicial a la campaña del actual mandatario en Río de Janeiro, rechazando las críticas de que su esposo es antimujeres.
“Es el presidente que ha aprobado más leyes en la historia para proteger a las mujeres”, dijo.
En la antesala de las elecciones, Bolsonaro ha respaldado una serie de medidas para aliviar las dificultades derivadas del aumento del costo de vida, como una reducción de los impuestos a la gasolina y un incremento de los subsidios en efectivo para los pobres. Es posible que dichos esfuerzos estén comenzando a tener un efecto electoral.
Entre los más pobres del país, que representan el 53% de los encuestados, las opiniones positivas del Gobierno subieron del 20% al 25%. Y en el empobrecido Nordeste, bastión del Partido de los Trabajadores de Lula, aumentaron del 17% al 25%. DataFolha dijo que las percepciones podrían seguir mejorando a medida que se distribuyan las ayudas en efectivo.
Un candidato debe conseguir más de la mitad de los votos para evitar una segunda vuelta. Según la encuesta, en una segunda y última vuelta, Lula obtendría el 55% de los votos, mientras que Bolsonaro recibiría el 35%.
Datafolha entrevistó a 2,556 brasileños en 183 ciudades diferentes los días 27 y 28 de julio. La encuesta tiene un margen de error de más o menos 2 puntos porcentuales.