Podría ocurrir en cualquier momento en las próximas 24 o 72 horas.
La fuente de esta alerta era desconocida, pero disparó el rumor que causó remolinos en Venezuela. El tema fue tuiteado, enviado por mensaje de texto y repetido. Algo grande se acercaba.
¿Qué era? ¿Quién sabe? Era un golpe de estado en un momento y una intervención militar al siguiente. Para el viernes por la noche, las fuerzas que iban camino a derribar a Nicolás Maduro eran oficiales de inteligencia colombianos encubiertos que se habían infiltrado en el país. Para el sábado en la tarde, se habían transformado en miembros del ejército estadounidense que se ocultaban en camiones de ayuda humanitaria y que serían como caballos de Troya.
Para la noche del domingo, las redes sociales eran una vorágine frenética.
"Es inminente". "¿Vas a ir a la oficina mañana?" Y el clásico venezolano: "Mi mamá dice que debería quedarme en casa". La gente está lista para creer casi cualquier cosa porque casi todo parece posible en un país en crisis donde Maduro está asediado y el líder de la oposición, Juan Guaidó, ha sido reconocido como líder legítimo por un grupo creciente de gobiernos extranjeros.
Lo que puso en marcha esta bola de nieve fueron unas notas de voz de WhatsApp, grabaciones audio de hombres que se presentaban como “Comisario Principal X” o “Sargento Y” y describían planes ultra secretos. Mientras hablan, puedes escuchar sonidos de televisión a todo volumen.
"Todo está listo", dice la voz en una grabación publicada el viernes. "Para la medianoche de Venezuela, se realizará una llamada telefónica a Nicolás Maduro para ver si está dispuesto a renunciar al poder ejecutivo o no". Se realizarán dos llamadas más antes de que comience la incursión. "No salgan a la calle", advierte otra voz. "Quédense en casa y mantengan cargados sus teléfonos móviles".
Luego, un mapa salpicado de soldados y tanques comenzó a circular, parecía una versión venezolana del juego de mesa Risk. Esto fue después de que Guaidó anunciara el sábado que una coalición internacional de sus partidarios pronto enviaría ayuda humanitaria. Para algunos, no era descabellado imaginar que las fuerzas armadas extranjeras llegarían junto con esta ayuda.
Las tropas de Aruba, Curazao, Colombia, Brasil y Guyana están listas para asaltar la frontera, escribió el diseñador anónimo del mapa. Están “esperando la autorización de Falcón 1”. Esta línea está decorada con una bandera estadounidense, supuestamente el halcón sería el presidente Donald Trump.
Según las notas de voz y otros mensajes de WhatsApp, las tropas son de Canadá, Francia, Brasil y Colombia y están preparadas para ejecutar una “operación impecable” como parte de una guerra de alta tecnología que implica drones equipados y, por alguna razón, láseres verdes.
El partido de Guiadó ha pedido a los venezolanos mantener la calma. “Por favor, no transmitan información no verificada, con audios no identificados o de personas desconocidas. Les rogamos, desde la Asamblea Nacional, que solo compartan información oficial", tuiteó la legisladora Delsa Solorzano el domingo por la noche.
Por supuesto, gran parte de porqué estos rumores se están propagando como fuego es que hay un elemento lo suficientemente plausible. Trump ha dicho repetidamente que no puede descartar el uso de fuerza militar. Y el país tiene una larga historia de golpes e intentos de golpe de estado, incluido uno en 1992 que convirtió al antecesor y mentor de Maduro, el difunto Hugo Chávez, en una figura nacional.
Si pasas demasiado tiempo en la Internet, tu cabeza comenzará a dar vueltas. Se dice que el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Maduro, Diosdado Cabello, habría abordado un jet Citation 550, con un pasaporte falso. Un general de la Infantería de Marina de EE.UU. que no ha sido nombrado ha sido citado prometiendo que "el cielo oscuro se iluminará con misiles y aviones como nunca antes". Circularon fotos de la aparente llegada de la ayuda: fotos de vehículos de las Naciones Unidas, probablemente tomadas en Siria.
Incluso los más sensatos entre nosotros pueden ahora asustarse y prepararse para lo que sea. Una amiga mía lo describió en un mensaje de Whatsapp a las 10:20 p.m. del domingo, mientras pensaba en lo que sucedería si la invasión llegara en medio de la noche y tuviera que huir: "Todo lo que sé es que estoy usando pijamas decentes esta noche".