El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió hoy el establecimiento de restricciones al uso de armamento autónomo (como algunos tipos de drones), en una nueva ronda de negociaciones para modificar acuerdos internacionales de control de armamento que se inaugura hoy en Ginebra.
En su mensaje para la conferencia, que revisa la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (en vigor desde 1983), el diplomático portugués pidió “llegar a un consenso en el ambicioso plan de restringir el uso de determinados tipos de armamento autónomo”, que no existían cuando se creó el acuerdo internacional.
La convención “ha servido durante 40 años como un instrumento esencial de control de armamento para proteger a los civiles”, destacó Guterres, pero ahora afronta otros retos por la llegada de “nuevos riesgos que desafían las formas tradicionales de prevención y resolución de los conflictos”.
El control de este armamento autónomo se ha debatido en el seno de la ONU durante los últimos ocho años, mientras nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial o los sistemas de reconocimiento facial, han perfeccionado este tipo de armas.
Algunos de los 125 países firmantes de la convención piden la total prohibición de este armamento autónomo, pero potencias como Estados Unidos han mostrado reticencias a una retirada completa de unas armas que a menudo considera más precisas que aquellas manejadas por seres humanos.
Movimientos como Stop Robots Asesinos han emprendido en los últimos años campañas para limitar el uso de drones letales y similares armamentos, y consideran estas conversaciones, que durarán cinco días, una oportunidad única para avanzar en su control.