El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que Moscú está preparado para una tercera ronda de conversaciones, pero que no recibió nuevas fechas de la parte ucraniana.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que Moscú está preparado para una tercera ronda de conversaciones, pero que no recibió nuevas fechas de la parte ucraniana.

El ministro de Relaciones Exteriores , Sergei Lavrov, dijo el sábado que el intento del presidente , Volódimir Zelenski, de conseguir la ayuda directa de la en el conflicto entre sus países no está ayudando a las conversaciones entre ambas partes.

“Las constantes declaraciones airadas del señor Zelenski no aumentan el optimismo”, dijo Lavrov a los periodistas el sábado.

En particular, mencionó las fuertes críticas de Zelenski el viernes a la alianza militar occidental por negarse a intervenir en el conflicto impidiendo que los misiles y aviones de guerra rusos atraviesen el espacio aéreo ucraniano.

“Mi pregunta es: si está tan molesto porque la OTAN no ha intervenido en su favor como esperaba, ¿espera resolver el conflicto involucrando a la OTAN en todo esto, y no a través de conversaciones?”, indicó Lavrov.

Anteriormente, su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, afirmó que está abierto a hablar con Lavrov, pero sólo si se tratan de conversaciones “significativas”.

Rusia invadió Ucrania por tierra, mar y aire el 24 de febrero, en lo que califica como una “operación militar especial”.

Las delegaciones rusa y ucraniana han celebrado dos rondas de conversaciones, la última el jueves, tras las cuales dijeron haber acordado la necesidad de crear corredores humanitarios para evacuar a los civiles, pero no mucho más.

Lavrov dijo que Moscú está preparado para una tercera ronda, pero que no recibió nuevas fechas de la parte ucraniana, que, según él, inventa pretextos para retrasar el proceso.

“Vladimir Putin guarda todo su dinero con los oligarcas”, aseguró William Browder, un financista y activista de derechos humanos nacido en Estados Unidos y radicado en Londres. Browder fue alguna vez un importante inversionista en Rusia, pero tuvo problemas con el gobierno a fines de la década del 2000.

El Ministerio de Economía de Alemania dijo que el gobierno estaba en proceso de “implementar rápida y efectivamente las sanciones de Rusia”, pero se negó a decir públicamente qué activos habían sido incautados, si es que había alguno.

Hasta el momento, las autoridades francesas han incautado un yate vinculado a Igor Sechin —un aliado de Putin que dirige el gigante petrolero ruso Rosneft— en el balneario mediterráneo de La Ciotat, donde llegó en enero para ser reparado. Funcionarios franceses dijeron el jueves que la tripulación se estaba preparando para una partida urgente cuando llegaron los agentes, incluso cuando las reparaciones aún estaban en marcha.

Gran Bretaña, que desde hace mucho tiempo ha sido un refugio de los oligarcas, está bajo presión para hacer más. Un hombre de confianza de Putin, Roman Abramovich, propietario del club de fútbol Chelsea, dijo esta semana que lo pondría a la venta. No ha sido sancionado, pero políticos de la oposición y miembros del partido del primer ministro Boris Johnson han preguntado por qué no.

Reino Unido ha congelado los activos de las personas en su propia lista y está realizando cambios en la ley para que sea más fácil perseguir a los que están en las listas de los países aliados después de las críticas de que ha sido demasiado lento para actuar. Aun así, tomará mucho tiempo desentrañar sus activos, ya que muchos están en compañías ficticias.