Incendio en la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania. (Foto: Twitter).
Incendio en la central nuclear de Zaporiyia, en Ucrania. (Foto: Twitter).

La planta nuclear de Zaporiyia, la mayor de su tipo en Europa, se vio afectada por un incendio en la madrugada del viernes, tras un ataque de las tropas , dijo el alcalde de la cercana localidad de Energodar.

Dmytro Orlov afirmó en una publicación en internet que había duros combates entre fuerzas locales y tropas rusas, agregando que hubo víctimas, aunque no precisó detalles.

Más temprano, las autoridades ucranianas reportaron que las tropas rusas estaban redoblando sus esfuerzos para capturar la central y habían entrado a la localidad con tanques.

“A resultas del continuo bombardeo enemigo de edificios y unidades de la mayor planta nuclear de Europa, Zaporiyia está en llamas”, afirmó Orlov en su canal en Telegram, refiriéndose a lo que calificó como una amenaza a la seguridad mundial. No aportó más detalles.

Reuters no pudo verificar de inmediato la información, incluida la gravedad potencial del incendio.

La invasión de Ucrania está entrando en su noveno día. Se cree que hay miles de muertos o heridos mientras se desarrolla el mayor ataque contra un estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial, creando un millón de refugiados, un duro impacto en la economía rusa y temores de un conflicto más amplio con Occidente impensables durante décadas.

Rusia ha capturado ya la inutilizada central de Chernóbil, a unos 100 kilómetros al norte de la capital de Ucrania, Kiev.

El jueves, Estados Unidos y Reino Unido anunciaron sanciones contra más oligarcas, alineándose con las medidas adoptadas por la Unión Europea y aumentando la presión sobre el Kremlin.

Uno de los afectados es el magnate ruso Alisher Usmanov, fundador de la compañía minera Metalloinvest.

Se impondrán restricciones de visa a 19 oligarcas rusos, sus familiares y asociados, dijo la Casa Blanca.

Las sanciones ya “han tenido un profundo impacto”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Rusia califica sus acciones en Ucrania como una “operación especial” que no está diseñada para ocupar territorio, sino para destruir las capacidades militares de su vecino y capturar a lo que considera como peligrosos nacionalistas. Niega tener como objetivo a los civiles.