En los campos de petróleo en el norte de Montana, el veterano de la industria Mac McDermott vio los precios del crudo dispararse de US$ 75 por barril en enero a más de US$ 120 cuando Rusia invadió Ucrania, y bajar de nuevo cuando temores de coronavirus en China generaron la posibilidad de una desaceleración económica global.
McDermott dijo que la compañía petrolera de su familia va a aumentar moderadamente las perforaciones si los precios del crudo de estabilizan.
Pero por los próximos meses, él está esperando a los márgenes y pasando trabajos para conseguir suficientes trabajadores para el centenar de pozos que la compañía opera. Eso incluye algunos que quedaron ociosos durante la pandemia.
La decisión del presidente Joe Biden de suspender las importaciones de petróleo ruso debido a la invasión rusa de Ucrania fue recibida con demandas republicanas de aumentar la producción estadounidense para combatir el alza de los precios de la gasolina.
La Casa Blanca también llamó a más perforaciones y mencionó la guerra, dejando a un lado las promesas de campaña de Biden de frenar las perforaciones en tierras públicas debido al calentamiento global.
Pero la retórica política contrasta con la realidad en los campos petrolíferos del país: insuficiente mano de obra, poco dinero para invertir en exploraciones y temores de que los altos precios no durarán, de acuerdo con representantes de la industria, analistas y funcionarios de los estados.
“Sería excelente producir más nacionalmente. (Pero) está tan volátil. No hemos tenido acceso a capital por años. Si perforamos, el dinero tendría que provenir de la producción existente. Es riesgoso”, afirmó McDermott.
Los republicanos de estados petroleros han hecho caso omiso a los límites logísticos de la industria y han culpado por el lento crecimiento del sector a los demócratas y a Biden. El senador de Texas, Ted Cruz, y el senador de Montana, Steve Daines, han llamado a que la industria estadounidense de energía sea “desatada” y a que se abran más tierras públicas a las perforaciones.
Daines acusó a los demócratas de usar a prohibición del crudo ruso para encubrir un supuesto esquema para “prohibir todo el petróleo”.
Estados Unidos no importa mucho petróleo de Rusia y el gobierno de Biden ha suspendido efectivamente las nuevas ventas de arrendamientos de tierras y aguas federales para exploraciones de crudo y gas natural.
Pero ha aprobado casi 4,000 nuevos permisos para perforaciones en tierras federales y las compañías tienen acumulados otros miles. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que las compañías deberían usar esos permisos para “sacar más recursos de la tierra”.