La organización de Tokio 2020 reflexiona sobre la posibilidad de reducir el tamaño de los Juegos Olímpicos, aplazados al 2021 por la pandemia de coronavirus, anunció la gobernadora de la capital japonesa Yuriko Koike.
La representante pública explicó que los responsables de Tokio 2020 examinan cómo “racionalizar y simplificar”, mientras los costes de los primeros Juegos de la historia aplazados aumentan.
Los medios japoneses publicaron la posibilidad de una ceremonia de apertura reducida y un número de espectadores limitados.
El Comité Olímpico Internacional (COI) anunció a finales de marzo el aplazamiento del mayor evento deportivo del mundo debido a la propagación de la pandemia que prácticamente paró el mundo.
Los Juegos deben comenzar ahora el 23 de julio del 2021, pero la organización se enfrenta a un rompecabezas inédito, con la reorganización de las sedes, los alojamientos y el transporte.
El diario Yomiuri Shimbun informó este jueves, citando fuentes próximas a la organización, que todo los implicados (deportistas, responsables, árbitros y espectadores) se someterán a un test de detección del coronavirus.
“La prioridad absoluta es evitar el peor escenario, una anulación de los Juegos”, señaló al diario una fuente del gobierno japonés.
El portavoz de Tokio 2020, Masa Takaya, rechazó ofrecer precisiones este jueves en una conferencia de prensa, afirmando que conversaciones sobre las medidas contra el coronavirus tendrán lugar “a partir de otoño (boreal)”.
El presidente del COI Thomas Bach declaró el mes pasado que el 2021 sería “la última opción” para organizar los Juegos de Tokio, subrayando que no pueden ser aplazados de nuevo.
Bach rechazó decir si la existencia de una vacuna sería una condición para la celebración de la cita olímpica, pero se mostró poco entusiasta sobre la posibilidad de que se compitiera sin espectadores.
El primer ministro japonés Shinzo Abe juzgó “difícil” organizar los Juegos hasta que la pandemia no sea controlada. El presidente de Tokio 2020 Yoshiro Mori respaldó sus palabras.