El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que las grandes economías europeas, a excepción de España, ya no están creciendo en este momento, y admitió que algunas pueden entrar en recesión técnica aunque sea “suave”.
De estos países, el que más riesgo corre es la primera economía de la región, Alemania, tanto por su dependencia energética como por los problemas que está teniendo en las cadenas de suministro en el contexto actual marcado por la invasión rusa de Ucrania, apuntó el director del Fondo para Europa, Alfred Krammer.
En su comparecencia para explicar el informe de la situación de Europa, publicado este viernes en el marco de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), Krammer señaló que “todas las grandes economías europeas, excepto España, están en el entorno del crecimiento cero, algunas por encima y otras por debajo”.
Y añadió que hay riesgo de que algunas entren este mismo año en una recesión técnica -se produce cuando hay al menos dos trimestres de caída de la actividad- “suave”, aunque también admitió que hay “mucha incertidumbre” en todas estas previsiones y los números son en este momento “muy volátiles”.
Reconoció en cualquier caso que, de las grandes economías, Alemania parece ser el país “más afectado” por la actual coyuntura y el que más riesgo tiene de entrar en recesión.
En su comparecencia, Krammer recomendó por otro lado a la Unión Europea que empiece a estudiar la forma de “compartir los costos” de la acogida de refugiados procedentes de Ucrania.
En este sentido, apuntó a Polonia como el país que más peso asume, con tres millones de personas llegadas de Ucrania, lo que le está suponiendo un costo “nada insignificante” de entre “medio punto y un punto de su Producto Bruto Interno”.
La necesidad de aumentar la seguridad energética fue otro de los asuntos tratados en este informe y recordados por Krammer, quien insistió en que Europa debe acelerar la transición a energías renovables para no depender tanto de Rusia.
Hay en este informe una simulación del FMI en caso de que se produjese un corte total del suministro de gas por parte de Rusia.
El documento entiende que la región soportaría un corte de seis meses, pero no de un año, y en este segundo caso la caída del PBI para el conjunto de la Unión Europea podría llegar a 3% en el escenario más adverso.
Por países, los efectos de este hipotético corte serían desiguales, con caídas de 1% de la actividad económica en las naciones menos afectadas y hasta de 6% en el caso de Alemania.
En cualquier caso, Krammer insistió en acelerar la transición hacia energías verdes para que la región reduzca su dependencia, así como buscar suministros alternativos, algo que consideró que ya está haciendo Italia, uno de los países más dependientes, junto con Alemania, del gas ruso