China necesita repensar su política de cero COVID para evitar más daños a la economía, así como encontrar una solución a largo plazo a la crisis en el sector inmobiliario, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La segunda economía más grande del mundo ha estado modificando sus estrictas restricciones por el COVID-19, dejando a los residentes y las empresas enfrentando la incertidumbre sobre el riesgo de futuros confinamientos.
Krishna Srinivasan, director del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI, dijo que China podría evitar más confinamientos si usa “vacunas efectivas, como las vacunas de ARNm”, y aumenta la vacunación, especialmente entre las personas mayores.
“China ha realizado algunos cambios en términos de hacerlo un poco más flexible, pero creemos que esta estrategia podría ser un lastre para la economía. Este es un problema que debe ser abordado”, señaló.
Si bien China ha evitado los estragos de infecciones y muertes generalizadas, carece de inmunidad colectiva, y su gran población de ancianos está especialmente expuesta.
La estrategia COVID de China fue una de las razones por las que el FMI recortó el pronóstico de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del país para el 2022 a 3.3% desde el 4.4% en su último informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) publicado esta semana.
Este sería el crecimiento más bajo del país en más de cuatro décadas, excluyendo el periodo durante la crisis inicial de COVID-19 en el 2020, agregó el informe WEO.
La política COVID de China no es el único factor detrás de las preocupaciones del FMI sobre la desaceleración económica. El aumento de los precios de la vivienda y el aumento de la deuda de los hogares han estado alimentando una crisis en el sector inmobiliario.
“La intención del gobierno de reducir el apalancamiento en el sector inmobiliario fue completamente correcta, pero ha sido un lastre para el crecimiento. Ahora muchos hogares se niegan a pagar sus hipotecas porque hay muchos proyectos de vivienda que no se han terminado”, manifestó Srinivasan.
Fuentes dijeron a Reuters el lunes que China lanzará un fondo inmobiliario para ayudar a las constructoras a resolver una crisis de deuda paralizante, con el objetivo de obtener un fondo de hasta 300,000 millones de yuanes (US$ 44,000 millones).