El (FMI) expuso sobre los tres riesgos que afrontarán los países de América Latina.

En primer lugar se ubica el sufrir nuevos brotes del coronavirus que frenen la recuperación de las economías.

Si bien hay un avance en el proceso de vacunación, no hay seguridad de que se llegue al 100% de las poblaciones, por lo que “no sabemos si habrá una nueva ola del coronavirus”, subrayó Ilan Goldfajn, nuevo director del Departamento del Hemisferio Occidental del , durante una conferencia online sobre el panorama económico de América Latina para este 2022.

El segundo riesgo está relacionado a las condiciones más duras que tendrán los países para acceder a financiamiento, en medio de una coyuntura donde los bancos centrales a nivel global están elevando sus tasas de interés de referencia para combatir la inflación.

“Hay riesgo de menos financiación o las condiciones serán más duras. A esto se suma el legado por el gasto que han realizado los países por la pandemia; algunos países no tienen tanto espacio fiscal”, agregó Ilan Goldfajn.

El experto señaló que el tercer riesgo estará marcado por el impacto que puedan tener en la región los conflictos globales, pues estos tienen repercusión en todos los mercados.

Conflictos geopolíticos, como el de Rusia y Ucrania, pueden afectar mercados como los precios del petróleo, minerales, entre otros, lo cual a su vez impacta en los países de América Latina.

Por otro lado, Goldfajn destacó la fuerte recuperación de las economías de América Latina con un crecimiento promedio del PBI de 6.8% en el 2021, aunque para este año se prevé una desaceleración pues el crecimiento estimado es de 2.4%.

“Las nuevas condiciones de los bancos centrales hacen que la recuperación sea más lenta en este año. El estimado de 2.4% está más cerca del crecimiento potencial de la región”, anotó.

Durante la conferencia también señaló sobre otros retos pendientes para los países de la región, como la reducción de las desigualdades sociales y la lucha contra la informalidad.

Sobre lo segundo, subrayó que se deben “reducir los costos de contratar y despedir, pues eso ayuda a formalizar”, apuntó Goldfajn.