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Las fábricas del mundo avanzan y brindan un apoyo vital a las economías a medida que las renovadas restricciones de virus en algunos países afectan el crecimiento.
Índices de actividad manufacturera en Estados Unidos, China y partes de Asia mejoraron en noviembre, y Alemania experimentó una sólida expansión, según informes del martes. En Corea del Sur, un referente del comercio mundial, las exportaciones aumentaron 4%, respaldadas por la creciente demanda de dispositivos tecnológicos.
El PMI de fabricación global de JPMorgan se expandió a una de las mejores tasas en casi una década. El índice compuesto producido con IHS Markit aumentó por séptimo mes, subiendo 0.7 puntos a 53.7, cuando las medidas de producción, nuevos pedidos y reservas de exportación aumentaron. El indicador de empleo señaló una expansión por primera vez en un año.
La fortaleza de la actividad comercial en los últimos meses está lanzando un salvavidas a la recuperación, aunque la situación sigue siendo frágil a medida que el mundo espera los avances en la carrera por la vacuna contra el coronavirus.
Esa mezcla de esperanza y precaución se refleja en los comentarios de los banqueros centrales; el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo el lunes que aún hay desafíos “significativos” por delante.
Eso hizo eco de la última perspectiva de la OCDE, que redujo su pronóstico de crecimiento para el 2021 a 4.2% desde 5% y pidió a los gobiernos que mantengan el apoyo fiscal para empresas y hogares. Advirtió que es probable que un patrón de brotes y confinamientos continúe durante algún tiempo y que los riesgos de daños permanentes están aumentando.
Incluso dentro de la manufactura, el principal motor de la economía global en este momento, hay signos de debilidad. Los cierres a través del sector hotelero han afectado la producción de bienes de consumo, amenazando los empleos en múltiples industrias.
Según las últimas encuestas de IHS Markit, el índice de fabricación de China se disparó a un máximo de una década en noviembre. Un indicador oficial separado también mejoró, un impulso que comienza a filtrarse entre los socios comerciales vecinos.
Por ahora, la fortaleza de China también se siente en Europa, donde los fabricantes alemanes citaron la demanda del país en su informe de noviembre. El indicador de fábricas para Alemania cayó ligeramente, pero siguió siendo el más fuerte en Europa. Eso compensó la renovada debilidad en España y Francia.
“La expansión sostenida debería ayudar a suavizar el golpe económico de las restricciones del covid-19, que han afectado fuertemente al sector servicios”, asegura Chris Williamson, economista jefe de negocios de IHS Markit.
Si bien se pronostica que la zona euro se contraerá este trimestre, el pronóstico de disminución de 2.2% es mucho menor que la caída cercana a 12% observada en los tres meses hasta junio.
En EE.UU., la fabricación mostró su mayor expansión desde setiembre del 2014, impulsada por una mayor producción y pedidos, según datos de IHS Markit. Una medida similar de Institute for Supply Management aumentó a un ritmo más lento, retrocediendo desde la lectura más sólida en dos años.
La industria electrónica disfruta de una demanda particularmente fuerte, lo que ayuda a impulsar las fábricas del norte de Asia. Los envíos de semiconductores de Corea del Sur aumentaron 16% en noviembre.