Dos artefactos explotaron el martes en inmediaciones del aeropuerto de la ciudad colombiana de Cúcuta, dejando tres personas muertas, incluidos dos policías, informaron las autoridades sin identificar inmediatamente a los atacantes.
Cúcuta es la capital de Norte de Santander, un departamento que limita con Venezuela y se ha convertido en el nuevo epicentro del largo conflicto interno de Colombia mientras las fuerzas de seguridad luchan contra bandas de narcotraficantes y guerrilleros en medio de una creciente producción de coca.
“Criminales ingresaron al aeropuerto Camilo Daza, donde detonan un artefacto explosivo entre la plataforma y la malla, causante de eso se identifican unos restos humanos”, dijo el coronel Giovanni Madarriaga, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Cúcuta, en un video.
El oficial explicó que minutos después de la primera explosión los policías identificaron otra maleta, la cual estalló mientras se acercaban.
“En estos momentos seguimos recolectando todos los elementos materiales de prueba para identificar cómo fue el modo, cómo ingresaron y la autoría del grupo criminal y terrorista”, agregó Madarriaga.
Los dos policías muertos, William Bareño Ardila y David Reyes Jiménez, habían sido reconocidos por su trabajo para remover minas terrestres, señaló la policía en mensajes a periodistas.
“Repudiamos el cobarde ataque terrorista ocurrido en la ciudad de Cúcuta (...) coordinamos las acciones inmediatas para encontrar a los responsables de este atentado”, escribió el presidente Iván Duque en su cuenta de Twitter.
A mediados de junio, un carro bomba explotó en las instalaciones de la brigada 30 del Ejército en Cúcuta, dejando 44 personas heridas, incluidos dos militares estadounidenses que hacían parte de un grupo que entrenaba a efectivos del ejército colombiano, en un ataque que se atribuyeron las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Días después, el helicóptero de Duque sufrió un ataque con balas desde tierra cuando el presidente realizaba un sobrevuelo con otros funcionarios cerca de la misma ciudad.