Los expertos en salud de Estados Unidos advirtieron a sus compatriotas que la creciente oleada de casos de COVID-19, liderada por la variante ómicron, amenaza con provocar importantes trastornos en sus vidas, desde los colegios a las compras, y les instaron a prepararse ahora para un mes difícil.
Por segundo día consecutivo, Estados Unidos registró un número récord de casos según un promedio de siete días, con más de 290,000 nuevos contagios diarios, según un recuento de Reuters.
Según el recuento, al menos 18 estados y Puerto Rico han establecido récords de nuevos casos en la pandemia. Maryland, Ohio y Washington DC también registraron un récord de hospitalizaciones, mientras que los ingresos por COVID en Estados Unidos aumentaron un 27%.
El aumento se produce en medio de un incremento de los viajes navideños, con las celebraciones de Año Nuevo aún por llegar, y mientras los colegios se enfrentan al regreso de los alumnos a las aulas tras las vacaciones del invierno boreal.
“Vamos a ver un incremento tan dramático del número de casos en este país que nos va a costar mantener el funcionamiento de la vida cotidiana”, dijo a MSNBC el doctor Michael Osterholm, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Minnesota.
“El próximo mes va a ser una tormenta viral. Toda la sociedad se va a ver presionada por esto”, manifestó.
El doctor Anthony Fauci, máximo responsable de enfermedades infecciosas del país, dijo que es probable que los casos suban hasta fines de enero. Él y otras autoridades sanitarias estadounidenses han dicho que los primeros datos muestran que ómicron parece menos grave, pero han seguido impulsando las vacunas, las mascarillas y el distanciamiento físico.
“Debemos tener mucho cuidado y no despreciar demasiado a ómicron”, declaró a la CNN el doctor Peter Hoetz, experto en enfermedades infecciosas del Baylor College of Medicine.
El alza en las hospitalizaciones mientras los trabajadores de la salud empiezan a quedar al margen con sus propios casos de COVID también es preocupante, al igual que el hecho de que haya menos terapias efectivas, dijo Hoetz. “Nos espera una época muy grave”.
Ya han muerto 825,663 personas en Estados Unidos a causa del COVID desde principios del 2020, según los datos, y la última oleada de hospitalizaciones ha sido impulsada por quienes no se han vacunado.