Bolivia vivía el jueves un clima de expectativa por el inicio de una auditoría de la OEA a la controvertida elección que dio la victoria al presidente Evo Morales, cuyo gobierno denunció la muerte de dos personas en enfrentamientos en el oeste del país.
La nación andina atraviesa una crisis política desatada luego de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el 20 de octubre suspendió abruptamente la publicación de un recuento parcial de votos de la jornada electoral, que mostraba que Morales debería medirse a su más cercano contrincante, el expresidente Carlos Mesa, en una segunda vuelta el 15 de diciembre.
Al reanudarse el conteo de votos un día después, se produjo un cambio de tendencia en favor del mandatario y el recuento final, divulgado el 25 de octubre, mostró que Morales, de Movimiento Al Socialismo (MAS), obtuvo el 47.08% frente al 36.51% de Mesa, de la agrupación Comunidad Ciudadana, con lo que evitó medirse en un balotaje.
El canciller, Diego Pary, anunció que el jueves comenzaría la auditoría de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que calcula que tardará de 10 a 12 días en su revisión con unos 30 técnicos, mientras el gobierno boliviano ha invitado a España, México y Paraguay a acompañar el proceso.
Pero el jueves aún se esperaba un informe oficial de las autoridades sobre el arranque de esa revisión, que ha sido rechazada por la oposición por considerar que no participó en la negociación de los términos del acuerdo con la OEA.
Aunque la oposición y el oficialismo han hecho desde hace más de 10 días marchas y concentraciones en distintos puntos del país con escaramuzas en las que interviene la policía para disolverlas, sólo el miércoles por la noche se reportaron oficialmente las primeras víctimas fatales.
El Ministerio de Gobierno dijo en un comunicado que dos personas identificadas como Mario Salvatierra, de 55 años, y Marcelo Terrazas, de 41, murieron en Montero, un municipio del departamento de Santa Cruz, centro agrícola e industrial en el este de Bolivia.
También seis hombres resultaron heridos en el incidente, del que el gobierno no dio detalles, pero que atribuyó a "unionistas (jóvenes opositores) que se trasladaron en camionetas" a Montero.
"Usted es el responsable de todos estos ataques y agresiones. Usted señor Mesa es el responsable", dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero, en declaraciones divulgadas por la televisión estatal el jueves por la mañana.
"Le pedimos públicamente deje promover el odio, la violencia", agregó.
Mesa, de 66 años y quien fue presidente de Bolivia del 2003 al 2005, no ha comentado el suceso de Montero. Pero ya en los últimos días y ante acusaciones similares del gobierno, Mesa ha descartado tener relación con hechos violentos y asegura que el conflicto lo promueve el gobierno al no reconocer el fraude electoral.