El expresidente Evo Morales anticipó cambios en su partido Movimiento al Socialismo (MAS), en el poder, luego de sus reveses en las recientes elecciones regionales, donde una dispersa oposición de centro y derecha salió fortalecida, según los expertos.
El MAS sufrió su mayor derrota en mucho tiempo en las elecciones de gobernadores y alcaldes celebradas en marzo. En la segunda vuelta del domingo en cuatro regiones o provincias, perdió en una y en otras tres parecía inevitable su descalabro ante los opositores, según el recuento del Tribunal Supremo Electoral.
“Creo que hemos perdido en los cuatro departamentos (provincias). Eso vamos a evaluar profundamente”, dijo Morales a sus seguidores la víspera.
Si la tendencia se mantiene, el MAS sólo tendrá tres de nueve gobernaciones, mientras que la oposición seis. De las diez alcaldías más grandes el partido gobernante sólo se hizo de dos en tanto que la oposición ganó en ocho, incluidas las de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, que son las tres más grandes.
No obstante, el partido gobernante sigue siendo la única fuerza con presencia nacional con amplia mayoría en alcaldías rurales y mantiene control de la Asamblea Legislativa.
“Las disputas internas mermaron la fortaleza del MAS. Es el momento para evaluar y reflexionar”, dijo el candidato oficialista a la gobernación de la región amazónica de Pando, Miguel Becerra.
El analista y escritor José Rafael Vilar dijo que el MAS llegó dividido y con importantes escisiones, pero sobre todo con el liderazgo de Morales cuestionado por acusaciones de partidarios de haber impuesto candidatos.
Con una oposición fuerte en las regiones, la gobernabilidad será más complicada para el presidente Luis Arce, consideró Vilar. El mandatario apoyó a los candidatos de su partido en la recta final de la campaña, pero pareció insuficiente en medio de críticas a la gestión de la pandemia, la escasez de vacunas y pocas señales de reactivación económica.
Con el balotaje del domingo concluyó un largo período electoral que llevó a los bolivianos a cuatro elecciones en medio de la pandemia, desde los fallidos comicios presidenciales de octubre del 2019 denunciados como fraudulentos y en los que Morales buscaba un cuarto mandato, lo que hundió al país en la peor crisis política de los últimos años con 36 muertos.
Morales renunció un mes después del estallido social. Su partido ganó con Arce las elecciones de octubre del 2020, pero el liderazgo del expresidente se ha visto seriamente mermado, según los analistas.
“El péndulo en América Latina parece estar girando hacia el centro y a la derecha, pero en Bolivia no termina de confirmarse ese giro”, comentó a radio Panamericana el analista y exdiputado Carlos Borth.