El apoyo a la independencia de Cataluña retrocedió en enero a su nivel más bajo desde el 2014, según un sondeo realizado por un instituto dependiente del gobierno regional catalán.
A la pregunta de "¿quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente?", que el Centro de Estudios de Opinión (CEO) planteó a 1,200 personas entre el 10 y el 30 de enero, el 40.8% respondió con un "sí" y el 53.9% con un "no".
El porcentaje de síes es el más bajo desde que el CEO empezó a formular la pregunta a sus encuestados en diciembre del 2014.
Cuando el anterior sondeo del CEO, en octubre, es decir en el momento agudo de la crisis entre el ejecutivo independentista catalán y el gobierno central español de Mariano Rajoy, el "sí" subió más de siete puntos y alcanzó un 48.7% de apoyos. Un 43.6% respondió "no" a la independencia.
Desde entonces, el gobierno catalán fue cesado por el gabinete de Rajoy, que mantiene bajo tutela la administración regional mientras no haya nuevo gobierno en Cataluña.
Los independentistas obtuvieron una mayoría absoluta de escaños en el Parlamento catalán en las elecciones del 21 de diciembre, pero no logran ponerse de acuerdo para investir a un candidato.
El único candidato declarado por el momento es el expresidente Carles Puigdemont, residente en Bruselas y acusado por la justicia española de rebelión, sedición y malversación.
El Tribunal Constitucional estima además que no puede ser investido a distancia, y que debe obtener permiso del juez que investiga su caso para asistir al debate parlamentario de investidura.
Cuestionado sobre los resultados del sondeo del CEO, el portavoz del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, contestó que "no [le] sorprende", porque el comportamiento de los dirigentes independentistas "es más bien valleinclanesco, esperpéntico".
El independentismo empezó a cobrar vuelos en el 2010, después de que el Tribunal Constitucional anulara parte del nuevo estatuto de autonomía de la región, y el estatus de "nación" que éste le confería a Cataluña.