El atribulado gigante inmobiliario chino Evergrande anunció el lunes la suspensión de sus operaciones de bolsa, sin indicar un motivo.
Ahogada en deudas por US$ 300,000 millones, la firma lucha ahora por pagar a los tenedores de sus bonos e inversionistas, tras verse atrapada por las medidas chinas para contener a su sector inmobiliario.
“El comercio de acciones del Grupo China Evergrande será suspendido a las 9H00 (01H00 GMT) de hoy” lunes, dijo el grupo en un breve comunicado en la bolsa de Hong Kong.
En octubre pasado también suspendió sus operaciones de bolsa.
El desarollador fue señalado en diciembre por las agencias calificadores como en default, luego de que dejó de pagar sus obligaciones a tiempo.
Intentos previos por pagar a proveedores y contratistas debido a su crisis de endeudamiento motivaron protestas de compradores e inversionistas en la sede del grupo en Shenzhen, en septiembre.
La semana pasada, Evergrande alegró momentáneamente a los inversionistas al anunciar que podría entregar decenas de miles de unidades residenciales este mes y pagar algo de su deuda.
Pero sus acciones cayeron al final de la semana tras reportes de que no había pagado otros dos bonos offshore.
La empresa insistió los últimos meses que completaría sus proyectos inconclusos y los entregaría a los compradores, en un intento desesperado por salvar sus deudas pese a haber incumplido un pago previo de más de 1.200 millones de dólares.
La firma ha intentado vender bienes y acciones en otras firmas y su presidente Hui Ka Yan (conocido en mandarín como Xu Jiayin) usó parte de su fortuna personal para pagar parte de la deuda.
El gobierno provincial de Cantón, donde está la sede de la empresa, actualmente vigila el proceso de restructuración de la deuda de Evergrande.