La congestión en los dos principales puertos de contenedores de China, Shanghái y Ningbo, está empeorando tras el cierre de una terminal de embarques en Ningbo, donde se detectó un caso de COVID-19 esta semana.
Las restricciones más severas para combatir el último brote de coronavirus en China están comenzando a afectar a más partes de la economía. La variante Delta altamente transmisible se ha detectado en más de una docena de ciudades desde finales de julio.
Cuarenta buques portacontenedores esperaban en el fondeadero exterior de Zhoushan el jueves, con partidas previstas hasta el 10 de agosto, cuando un trabajador en la terminal de Meidong dio positivo por COVID-19, según mostraron datos tomados por Refinitiv.
La terminal de Meidong suspendió todas las operaciones desde la madrugada del miércoles, mientras que otras terminales en Ningbo impusieron restricciones que limitan la cantidad de personas y cargas que ingresan a las áreas portuarias.
La naviera CMA CGM emitió una nota el jueves diciendo que algunos barcos serán redestinados a Shanghái o se saltearán las escalas en Ningbo. Hapag-Lloyd espera que la suspensión en Meidong provoque retrasos en algunos viajes previstos, según un comunicado de la empresa.
Los puertos en las cercanías de Shanghái, donde muchos buques están siendo desviados, están experimentando la peor congestión en al menos tres años. Cerca de 30 embarcaciones hacen cola fuera del puerto de Yangshan, una terminal de contenedores clave en Shanghái, mostraron los datos de Refinitiv.
Los puertos del este de China habían reanudado sus operaciones y han despejado los atrasos tras el tifón In-Fa, que afectó el volumen de manipulación de contenedores en un 10% a finales de julio con respecto al mismo período del año pasado, según datos de la Asociación de Puertos y Terminales de China.
Los últimos atascos se producen tras las interrupciones masivas en el manejo de contenedores en el sur de China en junio, cuando los puertos cercanos a Shenzhen impusieron estrictas medidas de contención del COVID-19 que dejaron a docenas de portacontenedores atascados en el tráfico.
La última ola de congestión portuaria en el este de China podría aumentar aún más las tarifas de envío de contenedores, ya que el aumento de los pedidos minoristas antes de la temporada alta de compras en Norteamérica suma presión a la cadena de suministro.
“Las empresas deberían actuar ahora para hacer planes de contingencia para la temporada navideña. Existe un riesgo real de que en el 2021 los consumidores tengan efectivo para gastar, pero que los minoristas tengan dificultades con la disponibilidad de stock, la volatilidad de los costos y su propia viabilidad financiera”, señaló Simon Geale, vicepresidente ejecutivo de Proxima, una consultora de cadena de suministro.