Un cliente que usa una mascarilla compra carne de cerdo en un supermercado en Beijing el 16 de junio de 2020. En China surgió el nuevo coronavirus Covid-19. (Foto de WANG ZHAO / AFP).
Un cliente que usa una mascarilla compra carne de cerdo en un supermercado en Beijing el 16 de junio de 2020. En China surgió el nuevo coronavirus Covid-19. (Foto de WANG ZHAO / AFP).

En al menos nueve lugares de China se han detectado en los últimos 40 días trazas de coronavirus en paquetes de mariscos, pescados o pollos congelados, la mayoría de ellos procedentes de Latinoamérica, lo que ha desatado las alarmas en el gigante asiático en torno a estos alimentos y su consumo.

Los expertos aseguran que el coronavirus puede sobrevivir hasta tres meses a muy bajas temperaturas y, aunque no hay hasta el momento evidencias de transmisión alimentaria, estas noticias preocupan mucho en un país que importa congelados de 105 naciones en el planeta.

Para alimentar a sus más de 1,400 millones de habitantes, China -que solo tiene un 12.6% de superficie cultivable- necesita importar comida, gran parte de ella llegada congelada desde países lejanos y cada vez más de Latinoamérica, en lo que respecta a carnes, mariscos o productos avícolas.

Casi todas las trazas del virus detectadas en congelados en las últimas seis semanas lo han sido en los embalajes, no en el producto, lo que ha llevado a China a reforzar los controles e imponer estrictos protocolos de manipulación y procesamiento de las importaciones.

Alitas de pollo brasileñas y camarones blancos ecuatorianos

El último caso fue el de ayer, cuando en la ciudad meridional de Shenzhen, en la provincia de Cantón, muestras de un lote de alitas de pollo congeladas importadas de Brasil dieron positivo en las pruebas de ácido nucleico.

El Centro local para la Prevención y Control de Enfermedades informó de que el virus se encontró en “la superficie” de una muestra de ese producto, mientras que el Ayuntamiento de Shenzhen indicó que las alitas eran de la empresa Aurora, el tercer mayor procesador de carne de pollo y cerdo del gigante latinoamericano.

Fuentes diplomáticas brasileñas informaron hoy a Efe de que las autoridades chinas todavía no habían precisado el alcance de los análisis realizados y continuaban a la espera de mayores detalles.

Pero apenas un día antes, el pasado jueves, una inspección rutinaria en un restaurante de la ciudad oriental de Wuhu había detectado el virus en el empaquetado exterior de camarones blancos de Ecuador, lo que había sucedido ya el pasado 10 de julio con los embalajes de este marisco de tres empresas ecuatorianas: Industrial Pesquera Santa Priscila, Empacreci y Edpacif.

Y otras 24 horas antes, las muestras del envoltorio de pescados congelados en una ciudad portuaria de la provincia de Shandong, también en el este del país, habían resultado también positivas, aunque en este caso no se indicó el país de procedencia.

China había suspendido de inmediato en julio las importaciones de las tres compañías ecuatorianas, aunque dos de ellas, Pesquera Santa Priscila y Empacreci ya habían vuelto recientemente a ser autorizadas a exportar tras mejorar sus protocolos de control.

El propietario del restaurante de Wuhu dijo que los paquetes de camarones infectados detectados el jueves llevaban tiempo almacenados en sus frigoríficos, por lo que todo hace pensar que se trata de lotes antiguos no retirados en julio.

La Administración de Aduanas china demandó entonces la “retirada inmediata” de todos los camarones congelados de las tres empresas desde el 12 de marzo y exigido su eliminación.

También se han detectado paquetes de mariscos con positivos en pruebas del virus en ciudades tan alejadas unas de otras como Xiamen (suroeste), Dalian (noreste), Pingxiang (centro), Chongqing (centro) o en la provincia de Yunnan (sur), en este último caso igualmente en productos procedentes de América Latina.

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