El presidente de Chile, Gabriel Boric, aseguró que su Gobierno “no tiene fisuras” tras el rechazo en la víspera de dos proyectos para retirar los fondos de pensiones, uno de ellos presentado por el Ejecutivo.
“El comité político (núcleo duro del Gobierno) no tiene fisuras. Estamos actuando de manera conjunta”, señaló en un punto de prensa.
“Ayer logramos algo que era muy importante, que la amplia mayoría de parlamentarios de Gobierno apoyaron el proyecto del Gobierno. Eso nos deja una lección: que el diálogo con otras fuerzas es necesario”, agregó.
En la noche del lunes y tras una larga sesión, la Cámara Baja rechazó dos iniciativas de ley que buscaban permitir un nuevo retiro del 10% de los fondos de pensiones privados.
El Ejecutivo logró frenar un primer proyecto que apuntaba a un retiro universal e indiscriminado de un décimo de las cuentas individuales de pensiones y que según expertos, el Banco Central y el propio gabinete podría haber traído “graves” consecuencias sobre la inflación que atraviesa el país.
Sin embargo, el Gobierno no logró los apoyos necesarios para la aprobación de su propuesta alternativa, que buscaba permitir un retiro previsional acotado y solo con tres fines (pago de deudas, de pensiones alimenticias o de una primera vivienda).
Varios parlamentarios del bloque oficialista -del Partido por la Democracia (PPD), el Partido Comunista (PC) o Partido Socialista (PS)- dieron la espalda a Boric y votaron a favor del retiro universal y algunos incluso rechazaron a mayores el proyecto del Gobierno.
Boric dejó abierta la posibilidad de solicitar que el Senado revise la posibilidad de retomar la discusión del retiro acotado -una vía que está abierta al tratarse de una iniciativa presidencial- y aseguró que su objetivo está puesto en lograr “reformas a largo plazo” en el sistema previsional.
El Parlamento discute desde octubre del 2018 un proyecto de ley ingresado por la derecha para reformar el actual modelo previsional, instaurado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y pionero en la capitalización individual.
El sistema obliga a cada trabajador a aportar un 10% mensual de su sueldo a un fondo gestionado por empresas privadas, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y, mientras que estas compañías gestoras obtienen millonarios beneficios, la mitad de los contribuyentes chilenos recibe menos de 215,000 pesos (US$ 280) de pensión, según datos de la Fundación Sol.
Desde la llegada del COVID-19 se han aprobado otros tres retiros del 10% de los fondos que han supuesto un desembolso de más de US$ 55,000 millones para entidades privadas que gestionan estos dineros.