La propuesta del presidente electo de Chile, el izquierdista Gabriel Boric, de que desaparezca el esquema privado de pensiones ha encontrado eco en México, que también cuenta con un sistema de capitalización individual.
Las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) de México tienen un “parecido íntimo” con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que Boric promete desaparecer, indicó Gustavo Leal, investigador experto en pensiones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Son muy similares porque la tecnocracia mexicana de Ernesto Zedillo (presidente de 1994-2000) fue la que hizo una copia casi en calca en México de la privatización del sistema de pensiones de Augusto Pinochet”, expuso Leal.
El rezago de México
Un trabajador formal de México en promedio recibe menos del 30% de su salario cuando se jubila, por debajo de todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), incluyendo Chile, Brasil y Argentina, según un reporte del Banco de México (Banxico) del 2021.
Ante este panorama, en enero pasado entró en vigor la primera reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) desde 1997 con el objetivo de aumentar en un 40% el ingreso de los jubilados.
La reforma tiene la meta de crecer de 34% a 82% la cobertura de trabajadores con una pensión garantizada y de elevar de 56% a 97% el número de mexicanos activos con derecho a una pensión, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Esto porque la nueva normativa reduce el requisito de 1,250 semanas (25 años) de cotización a solo 750 semanas (15 años) e incrementa la aportación total a la pensión de 6.5% a 15% sin aumentar la cuota de los trabajadores.
Pero la reforma “es insuficiente porque preserva el modelo que justamente Boric quiere sustituir, es decir, el sistema de capitalización individual que rompe el esquema solidario completamente”, consideró el profesor Leal.
“En un contubernio con el sector empresarial y con un segmento intensamente corporativo del sindicalismo, el presidente le dio por lo menos diez años más de oxígeno al sistema equivalente a las AFP”, opinó.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, ha defendido la reforma, de la que se considera el principal promotor, porque garantizará una pensión digna.
En su rueda de prensa de fin de año, el líder de la cúpula del sector privado recordó que la aportación patronal se eleva de 5.15% a 13.87% de forma gradual hasta el 2030, mientras que la contribución de trabajador y del Gobierno permanecerán prácticamente sin cambios.
Por ello, aseveró que “donde se avecina la crisis de pensiones son en las pensiones que el gobierno tiene que dar”, en particular en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex), los maestros y los burócratas federales, estatales y municipales.
“El gobierno tampoco ha arreglado su problema de pensiones, por más que hemos explicado nosotros la situación de las pensiones del país”, sostuvo.
¿Efecto contagio?
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su admiración por Boric y sus ideas en varias ocasiones en sus ruedas de prensa matutinas.
“Expresar nuestra satisfacción, nuestra alegría, es inocultable”, dijo tras la victoria del chileno.
Pero el profesor Leal lamentó que el mandatario mexicano haya desestimado una reforma profunda al sistema de pensiones como la que propone Boric.
El izquierdista Partido del Trabajo (PT), aliado de López Obrador, ha propuesto varias veces en el Congreso que se eliminen las Afore y que el Estado administre las pensiones.
Sin embargo, aunque López Obrador se asume de izquierdas, el mandatario ha buscado proyectar una imagen de austeridad y responsabilidad fiscal.
“Él no se atrevió a ensayar otro modelo por más de que le insistimos en infinidad de medios de que había la posibilidad de hacer una reforma al estilo de la que está poniendo sobre la mesa Boric”, expuso Leal.