El gobierno ucraniano acusó a Rusia de robar su grano y venderlo a otros países, a los que pidió que no lo compren, mientras la Unión Europea (UE) responsabilizó directamente a Moscú de usar el cereal como arma de guerra.
El ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, apremió este martes a no comprar a Rusia el “grano robado” a su país y advirtió de que, de hacerlo, se incurrirá en “complicidad”.
“Rusia roba a Ucrania su grano, lo carga en barcos, atraviesa el Bósforo y trata de venderlo en el extranjero”, afirmó Kuleba, en un mensaje colgado en su cuenta en twitter.
El ministro de Exteriores apela a continuación a la comunidad internacional a “permanecer vigilantes” y rechazar “este tipo de ofertas”, ya que no hacerlo implica convertirse en “cómplice de los crímenes rusos”.
La CNN ha difundido imágenes satelitales que apuntan a que Rusia está robando grano cultivado a Ucrania, uno de los mayores exportadores del mundo de cereales. Las imágenes fueron difundidas en la víspera (lunes) y aparentemente fueron grabadas en el puerto de Sebastopol, en la península de Crimea, anexionada por Rusia en el 2014.
Las instantáneas muestran dos buques graneleros con bandera rusa atracando y cargando lo que se cree que es grano ucraniano robado.
La CNN admite que resulta difícil saber con certeza si el barco está siendo cargado con grano ucraniano robado, pero Crimea produce poco cereal, a diferencia de las regiones ucranianas ricas en estos productos como Jersón y Zaporiyia, cercanas a la península y controladas ahora también por los rusos.
La UE avisa sobre la crisis alimentaria
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de estar utilizando “el hambre y el grano” como arma de guerra y pidió colaboración internacional con “urgencia” para aplacar los “crecientes signos de una crisis alimentaria”.
“Hoy, la artillería rusa está bombardeando almacenes de cereales en toda Ucrania deliberadamente. Y los buques de guerra rusos en el Mar Negro están bloqueando los barcos ucranianos llenos de trigo y semillas de girasol”, dijo en su intervención ante el Foro de Davos.
Von der Leyen dedicó especial atención a la falta de cereales en los mercados globales. Los campos de trigo de Ucrania “han sido quemados” y “el ejército del Kremlin está confiscando reservas de granos y maquinaria”, dijo.
Ucrania tiene 20 millones de toneladas de cereal bloqueadas en su territorio y sus exportaciones han caído de 5 millones de toneladas al mes antes de la guerra a entre 200,000 y un millón de toneladas actualmente.
“Los precios mundiales del trigo se disparan y son los países frágiles y las poblaciones vulnerables los que más sufren”, agregó la política alemana, quien aludió a alzas en el precio del pan del 70% en Líbano y envíos a Somalia bloqueados.
Mariúpol, una morgue
El asesor del alcalde de Mariúpol, bajo control de las tropas rusas tras la salida de los últimos defensores de la acería Azovstal, informó hoy del hallazgo de casi 200 cuerpos en estado de descomposición bajo los escombros en uno de los sótanos de la ciudad.
Petró Andryushchenko, en un mensaje en Telegram, aseguró que “debido a la negativa de la población local a recoger y embalar los cuerpos de los muertos, el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso abandonó el lugar”.
Señaló que el traslado para su reentierro de los cuerpos enterrados previamente en los patios de los edificios ha quedado prácticamente detenido debido a las normas para el entierro y la exhumación introducidas por la “corporación estatal” de Donetsk en el marco del “llamado ‘ritual’”.
Así, “para un reentierro ‘oficial’ gratuito, hay que hacer cola, llevar por su cuenta el cuerpo del difunto a la ‘morgue’, declarar que el cadáver acaba de ser encontrado o acceder a grabar un vídeo en el que el solicitante dice que fue asesinado por el ejército ucraniano”, explicó.
“Debido a tales condiciones, una gran cantidad de cadáveres fueron empaquetados en una morgue improvisada” en la calle, agrega y alude a las fotos que acompañan su mensaje.
Parte de guerra
Cuando se cumplen tres meses del inicio de la invasión rusa de Ucrania zapadores rusos han comenzado a desminar la costa del mar de Azov cerca del puerto de Mariúpol (sureste)
Según el Ministerio de Defensa los trabajos de desminado son realizados por especialistas del Centro Internacional de Acción contra las Minas.
En un vídeo se puede ver cómo un sistema de desminado robótico “Urano-6″, parecido a un bulldozer, pasa por la arena para encontrar minas, algunas de las cuales explotan a su lado.
También se ve a un grupo de zapadores con detectores de metal y marcando con banderitas rojas con la letra “M” en blanco el lugar donde han hallado una mina.
Aparte, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, afirmó este martes que Rusia no se ha puesto plazos para la “operación militar especial” en Ucrania.
“No corremos para cumplir un plazo (concreto)”, dijo Pátrushev en una entrevista con el periódico Argumenti y Fakti, coincidiendo con los tres meses de la campaña militar rusa en Ucrania.
Agregó que “todos los objetivos fijados por el presidente” ruso, Vladímir Putin, serán cumplidos.
Por otra parte, los bombardeos que el Ejército ruso ha lanzado en las últimas horas en la región de Lugansk, en el este de Ucrania, han acabado con escuelas y han afectado a refinerías y plantas químicas en la que se considera el motor industrial de Ucrania.
La ofensiva se centra en tratar de estrangular asentamientos de esta región como Lysychansk y Sievierodonetsk, según informó este martes el jefe de la Administración Militar Regional de Lugansk, el ucraniano Serhii Haidai.
En estos tres meses de guerra el Ejército ruso ha disparado contra Ucrania 2,275 misiles y ha llevado a cabo más de 3,000 ataques aéreos, anunció este martes el presidente ucraniano, Volódimir Zelenski,
En un mensaje de video emitido este martes Zelenski señaló que “la gran mayoría (de los misiles) estaba dirigido a objetivos civiles. En menos de tres meses ha habido más de 3,000 ataques aéreos por parte de aviones rusos y de helicópteros”
Afirmó que cada vez que Ucrania dice a Occidente que necesitan “armas antimisiles modernas, aviones de combate modernos”, basan su solicitud en su intención de “garantizar la vida de muchas personas que no habrían muerto si hubiéramos recibido todas las armas que estamos pidiendo”.