En un primer análisis sobre el desempeño de las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 durante la reciente ola de la variante ómicron en Estados Unidos, se ha detectado una disminución de su efectividad, aunque siguen ofreciendo una fuerte protección contra un cuadro grave de la enfermedad.
Este estudio, publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), se considera un vistazo preliminar y limitado a la durabilidad de la protección de los refuerzos durante la ola de ómicron que estalló en diciembre y enero, pero que se viene atenuando en las últimas semanas.
“Con el paso del tiempo, los refuerzos de la vacuna contra el COVID-19 siguen siendo seguros y muy eficaces contra una enfermedad grave”, dijo Kristen Nordlund, portavoz de los CDC.
Los investigadores se enfocaron en las visitas de los pacientes a los hospitales y centros de atención de urgencias de diez estados. Estimaron en qué medida las vacunas de refuerzo de Pfizer o Moderna evitaron las consultas relacionadas con el COVID-19 en las salas de urgencias y centros de atención de urgencia, y en qué proporción las vacunas evitaron las hospitalizaciones.
Alrededor del 10% de las personas que participaron en el estudio recibieron refuerzos.
La efectividad de la vacuna fue mayor en las personas que habían recibido refuerzos que en las que solo habían recibido la serie original de vacunas.
Pero los investigadores también descubrieron que durante el tiempo en que la variante ómicron ha sido predominante, la eficacia de la vacuna contra las visitas ambulatorias fue de 87% en las personas que habían recibido un refuerzo dos meses antes, pero de 66% a los cuatro meses. En cuanto a la eficacia de la vacuna contra la hospitalización, pasó de 91% a los dos meses a 78% al cuarto mes.
Sin embargo, estos resultados se basan en un pequeño número de pacientes —menos de 200— que se habían vacunado cuatro meses antes respecto al momento de la ola de ómicron. Tampoco está claro si esas personas habían recibido refuerzos antes por razones médicas que pudieran haberlas vuelto más vulnerables a la enfermedad grave.
La eficacia de los refuerzos fue mayor el año pasado, cuando la variante delta causaba la mayoría de los casos en Estados Unidos, señaló el estudio.
Los expertos en salud prevén que la protección de las vacunas disminuya. La campaña de refuerzos en Estados Unidos se basó en la evidencia que surgió el año pasado de que la protección de la vacuna estaba desapareciendo seis meses después de que la gente recibiera sus vacunas iniciales.
Y desde el principio, las vacunas han ofrecido menos protección contra la variante ómicron que las versiones anteriores del virus.