La variante ómicron de COVID-19 podría extender algunos de los desafíos y la tensión de la cadena de suministro que han llevado a una mayor inflación, y los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) deberán tenerlo en cuenta al decidir cómo retirar su política monetaria de apoyo, dijo el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams.
“Claramente, agrega mucha incertidumbre al panorama”, dijo Williams, refiriéndose a la variante ómicron de COVID-19, durante una entrevista con el New York Times que se publicó este miércoles.
Si la variante conduce a una demanda continua de bienes y servicios que actualmente enfrentan escasez, y si detiene la recuperación en otras áreas, eso podría llevar a un “repunte general algo más lento”, declaró.
También podría “aumentar esas presiones inflacionarias, en aquellas áreas de alta demanda”, agregó.
El mes pasado, la Fed comenzó a reducir sus compras de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas de US$ 120,000 millones por mes a un ritmo que la encaminaría para completar la liquidación de su programa de compra de bonos para mediados del 2022.
El martes, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo al Comité Bancario del Senado de Estados Unidos que los responsables de la política monetaria del banco central de Estados Unidos discutirían en la reunión del 14-15 de diciembre si finalizar el programa unos meses antes de lo que se había anticipado.
Williams no dijo si apoya acelerar la reducción gradual de las compras de activos, pero señaló que los funcionarios de la Fed tendrán mucho que sopesar en su próxima reunión de política, incluidos más datos sobre la inflación, el empleo y los efectos económicos de la variante ómicron.
“La pregunta es: ¿Tendría sentido poner fin a esas compras un poco antes, quizás unos meses, dado lo fuerte que es la economía?”, indicó Williams. “Esa es una decisión, una discusión, con la que espero que tengamos que lidiar”.