Donald Trump se acogió a la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos y no quiso responder a preguntas bajo juramento en la ya larga investigación civil de la fiscalía de Nueva York sobre sus negocios inmobiliarios, informó el expresidente en un comunicado.
La Quinta Enmienda garantiza el derecho a una persona a negarse a responder a una autoridad, sobre la base de que esa respuesta podría incriminarla.
Trump llegó poco antes de las 9:00 de la mañana en una caravana de varios vehículos. Más de una hora después, afirmó que “declinó responder a las preguntas en virtud de los derechos y privilegios que la Constitución de Estados Unidos otorga a todo ciudadano”.
“Una vez pregunté: ‘Si eres inocente, ¿por qué te acoges a la Quinta Enmienda? Ahora sé la respuesta a esa pregunta”, agregó Trump en el texto. “Cuando tu familia, tu empresa y todas las personas de tu órbita se han convertido en el objetivo de una infundada Caza de Brujas por motivos políticos apoyada por abogados, fiscales y los Medios de Noticias Falsas, no tienes otra opción”.
Por muy vociferante que haya sido Trump al defenderse en declaraciones escritas y en el escenario de mítines, los expertos legales dicen que la misma estrategia podría haber sido contraproducente en un escenario de declaración bajo juramento, porque cualquier cosa que diga podría ser potencialmente utilizada en la investigación penal.
Con todo, Stephen Gillers, profesor de Derecho en la Universidad de Nueva York, dijo que estaba sorprendido, dada la experiencia de Trump con esta clase de declaraciones bajo juramento fuera del tribunal.
“Él siempre se ha enorgullecido de su habilidad para forcejear con los abogados y a la vez evitar las mentiras”, comentó Gillers. “Tal vez sus abogados temieron que su impetuosidad lo pondría en peligro”.
Trump ha pasado por muchas tomas de declaraciones desde que era empresario inmobiliario. A veces parecía disfrutar de ellas: por ejemplo, dijo que le complacía “haber tenido la oportunidad de relatar su versión” en octubre, en una demanda de manifestantes que dicen que sus guardias personales los maltrataron frente a la Torre Trump en el 2015.
En cambio, Trump se acogió a la Quinta Enmienda al negarse a responder 97 preguntas en una declaración en 1990 sobre un divorcio.
Se dejaron mensajes en la oficina de James con pedidos de declaraciones.
Su decisión ocurre apenas unos días después del allanamiento de su finca de Mar-a-Lago, en Florida, por agentes del FBI, como parte de una pesquisa federal no relacionada para determinar si se llevó documentos clasificados cuando abandonó la Casa Blanca.
La investigación civil de Nueva York, encabezada por la procuradora Letitia James, gira en torno a las acusaciones de que la empresa del expresidente, la Organización Trump, falseó el valor de varios de sus activos, como campos de golf y rascacielos, engañando a prestamistas y autoridades fiscales.
“Mi gran empresa, y yo mismo, estamos siendo atacados desde todos los flancos”, escribió Trump la noche del martes en su red social Truth Social, invocando sus repetidas quejas acerca de James, que es negra, y de su pesquisa. “¡República bananera!”, agregó.
Se dejaron mensajes en la oficina de James y ante el abogado de Trump para solicitar comentarios, pero no hubo respuesta.
En mayo, la fiscalía dijo que estaba llegando al final de su pesquisa y que los investigadores habían recabado evidencias sustanciales que podrían respaldar acciones legales, como una demanda, contra Trump, su compañía, o ambos.
La deposición del multimillonario republicano —un término legal para el testimonio jurado que no se da ante un tribunal— es una de las pocas piezas que faltan, dijo la oficina de la fiscal.
Dos de los hijos adultos de Trump, Donald Jr. e Ivanka, declararon en la investigación en los últimos días, según dos personas conocedoras del asunto, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a hacerlo en público.
La declaración de los Trump estaba prevista para el mes pasado, pero se demoró luego del deceso de la exesposa del expresidente, Ivana Trump, el 14 de julio. Ivana Trump era la madre de Ivanka, Donald Jr. y de otro de los hijos del empresario, Eric Trump, quien ya pasó por el proceso en el 2020.