Con el fin de lograr que las escuelas y universidades reabran en el segundo semestre de este año, el presidente Donald Trump está nuevamente apuntando a sus finanzas, esta vez amenazando su estatus como organizaciones exentas de impuestos.
Trump dijo en Twitter el viernes que ordenaría al Departamento del Tesoro que reexaminara la exención de impuestos de las escuelas que, según él, proporcionan “adoctrinamiento radical” en lugar de educación.
“Demasiadas universidades y sistemas escolares están enfocados en adoctrinamiento radical de la izquierda, no en la educación”, escribió en Twitter.
“Por lo tanto, le diré al Departamento del Tesoro que reexamine su estatus de exentas de impuestos y/o su financiamiento, que será retirado si esta propaganda o ley contra la política pública continúa. Nuestros niños deben ser educados, no adoctrinados”.
El presidente no explicó qué motivó el comentario ni qué escuelas serían revisadas. Pero es una amenaza más que Trump ha lanzado contra las escuelas mientras aumenta la presión para que abran este otoño tras haber estado cerradas por la pandemia de COVID-19.
Dos veces esta semana Trump amenazó con recortar los fondos federales a las escuelas que no reabran, incluido un tuit anterior del viernes.
No está claro, sin embargo, cuál sería el fundamento de Trump para terminar con la exención de impuestos de una escuela. Tampoco estaba claro qué quería decir Trump con “adoctrinamiento radical” o quién decidiría qué tipo de actividad incluye. La Casa Blanca y el Departamento del Tesoro no comentaron hasta el momento sobre el mensaje del presidente.
Las directrices previas del Servicio Interno de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) establecen seis tipos de actividades que pueden poner en peligro la exención de impuestos de una organización sin fines de lucro, incluyendo la actividad política, el cabildeo y el alejamiento del propósito declarado de la organización.
Pero la ideología no está en la lista del IRS, dijo Terry Hartle, vicepresidente senior del Consejo Americano de Educación, que representa a los presidentes de las universidades. Cualquier revisión de la situación de una escuela tendría que seguir las pautas previamente establecidas, dijo.
“Siempre es muy preocupante que el presidente señale escuelas, colegios o universidades en un tuit”, dijo Hartle. “Dicho esto, no creo que nada surja de esto rápido”.
En su última amenaza, Trump revivió su afirmación de que las universidades son bastiones del liberalismo que sofocan las ideas conservadoras. Utilizó el mismo argumento el año pasado cuando emitió una orden ejecutiva en la que decía a las universidades que garantizaran la libertad de expresión en los campus o perderían los fondos federales de investigación.
Hasta el viernes, Trump había centrado sus esfuerzos en reabrir las escuelas primarias y secundarias mientras millones de padres esperan para saber si sus hijos irán a la escuela este otoño. Ha insistido en que pueden abrir con seguridad, y en un tuit del viernes argumentó que el aprendizaje virtual ha sido “terrible” comparado con la instrucción en persona.
“¡Ni siquiera cerca! Las escuelas deben estar abiertas en el otoño. Si no están abiertas, ¿por qué el gobierno federal daría fondos? No lo hará”, escribió.
Trump emitió una advertencia similar en Twitter el miércoles, diciendo que otras naciones habían abierto escuelas con éxito y que la reapertura en otoño es “importante para los niños y las familias. Puede cortarse la financiación si no abren”. Sin embargo, no ha dicho qué fondos retendría ni bajo qué autoridad.
Pero el control de Trump sobre los fondos de la escuela es limitado. La gran mayoría de los fondos para las escuelas públicas primarias y secundarias provienen de fuentes estatales y locales, y es más probable que las universidades sin fines de lucro dependan de la matrícula o la ayuda estatal que del dinero federal.