Texas cerró de nuevo los bares y Florida les prohibió vender alcohol, dos medidas tomadas en medio de un aumento récord en los casos de coronavirus en ambos estados, en momentos en que el grupo de expertos de la Casa Blanca se apresta a realizar su primera reunión pública en casi dos meses.
Los dos populosos estados del sur, hogar de unos 50 millones de personas, se salvaron en un principio de lo peor del brote inicial del COVID-19, pero ahora son golpeados con fuerza.
Estados Unidos, el país más afectado del mundo con cerca de 125,000 muertes, nunca salió por completo de la primera ola. Y tras un descenso, los nuevos casos vuelven al flujo de contagio que alcanzaron en abril.
“En este momento está claro que el aumento de casos se debe en gran medida a ciertos tipos de actividades, incluidos los tejanos que se congregan en bares”, dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, un aliado republicano del presidente Donald Trump.
En respuesta al avance del virus, se requerirá que las barras cierren, pero se mantiene el servicio retiro en el local y entregas a domicilio. Otras medidas incluyen que los restaurantes pueden permanecer abiertos con 50% de su capacidad, mientras que las reuniones al aire libre de 100 personas o más requieren la aprobación del gobierno local.
Texas fue uno de los estados más agresivos en la reapertura a principios de junio, tras meses de confinamiento. El estado registró un récord de 5,596 nuevos casos de COVID-19 el jueves, multiplicando los 1,254 casos diarios que registró hace diez días.
Lina Hidalgo, directora ejecutiva del Condado de Harris -el más poblado de Texas-, emitió un aviso de permanencia en el hogar y elevó el nivel de amenaza a "severo" o Nivel 1.
“Esta pandemia es cómo un huracán invisible”, dijo Hidalgo, una demócrata que no tiene la autoridad para hacer obligatorios sus avisos.
Mientras tanto, Florida reportó el viernes un récord de 8,942 nuevos casos diarios de COVID-19 y 39 muertes.
“Con vigencia inmediata, el Departamento de Regulación Comercial y Profesional suspende el consumo local de alcohol en bares de todo el estado”, tuiteó el viernes el gobierno de Florida.
El regreso de Fauci
Subrayando la gravedad de la situación, el grupo de trabajo de alto nivel sobre coronavirus de la Casa Blanca se reúne este viernes y podría definir hacer pruebas a grupos de personas.
En una entrevista con The Washington Post, el líder del grupo Anthony Fauci dio que se estaban dando “discusiones intensas” para llevar a cabo “pruebas de grupo”, permitiendo así evaluar a más personas con menos recursos.
Esto implica tomar una muestra de un grupo de 20 individuos. Si es negativa, se pasa al siguiente grupo. Si es positiva, se hace el test al resto de miembros del grupo.
Fauci reconoció que se pensó en nuevas estrategias porque “algo no funciona”.
Encabezado por el vicepresidente, Mike Pence, el grupo de trabajo captó gran atención durante la primera parte de la pandemia
En horario central, millones de espectadores vieron a Trump realizando reflexiones tan curiosas como consultar a los científicos si no era posible ingerir desinfectante para evitar contagiarse, una propuesta que encendió críticas y bromas en redes sociales.
Las largas sesiones informativas también sirvieron para elevar la reputación pública de Fauci, el antiguo director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
Pero el grupo no ha celebrado una reunión pública desde fines de abril, en un intento de Trump por poner fin a la pandemia, declararla “terminada” y enfocarse en las elecciones de noviembre.
El brote “cada vez más joven”
Estados Unidos ha visto una nueva escalada de nuevos casos, con más de 30,000 casos nuevos diarios y replicando el escenario de abril.
Sin embrago, la tasa de mortalidad no ha vuelto a niveles anteriores y esto se explicaría porque los individuos más enfermos tardan de tres a cuatro semanas en morir, pero los expertos también creen que se debe a que cada vez se contagian más jóvenes.
“Estamos viendo más virus en individuos más jóvenes, menos de esos individuos están requiriendo hospitalizaciones o protagonizando un resultado fatal”, dijo Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el jueves.