La Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, constató que el crecimiento económico en los últimos meses ha sido “poco o modesto”, cuando todavía faltan casi dos meses para que se conozca la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) del segundo trimestre.
En su “libro beige”, publicado este miércoles, la Fed indicó que de los doce distritos en que está dividida la institución en Estados Unidos, todos ellos han experimentado crecimiento desde finales de abril, pero que este ha sido “poco o modesto” en la mayoría de casos.
Este informe de la Fed se elabora a partir de conversaciones y datos anecdóticos recogidos por los empleados del banco central sobre el terreno, y no tiene por tanto la validez de la cifra oficial de PBI, pero sí sirve para tener una percepción del camino que sigue la economía estadounidense.
En este reporte se apunta también que el sector industrial sigue creciendo con fuerza, pero que el de consumo minorista y el inmobiliario son los que están empezando a flojear a causa de los altos precios y la subida de los tipos de interés.
En ocho de los distritos regionales de la Fed, las expectativas para el futuro de los agentes económicos en esas zonas (empresarios, economistas, etc.) son peores ahora que a finales de abril.
El gobierno de Estados Unidos confirmó la semana pasada el retroceso de la economía durante los primeros tres meses del año, que cayó 0.4% con respecto al trimestre anterior.
En términos interanuales la caída fue de 1.5%, una décima por encima de lo inicialmente calculado, según la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés).
Entre los factores que más contribuyeron a este retroceso se encuentran los descensos en la inversión en inventarios y la reducción de las exportaciones.
Todo ello es reflejo de los persistentes problemas en las cadenas de suministro globales y las alteraciones provocadas por la invasión rusa de Ucrania, situaciones que no se espera que mejoren en las próximas semanas.
La Fed, por su parte, está luchando contra la elevada inflación (de 8.3% en abril) con subidas de los tipos de interés, lo que se espera que tenga un efecto desalentador sobre el consumo.