Es posible que la Administración Biden mantenga la presión sobre China al preservar los límites a las inversiones estadounidenses en ciertas compañías chinas impuestos por el expresidente Donald Trump, dijeron seis personas familiarizadas con el asunto, rechazando las súplicas de Wall Street de aliviar las restricciones.
Funcionarios de Biden siguen en discusiones preliminares sobre las prohibiciones de Trump frente a compañías vinculadas al Ejército de China, que abarcaban tres de las mayores firmas de telecomunicaciones del país, dijeron las personas. No se ha tomado ninguna decisión.
El presidente Joe Biden está tratando de sobrellevar una relación tensa con Pekín, a medida que aumenta la presión por temas que van desde el comercio hasta los derechos humanos y las ubicaciones militares en el mar de China Meridional. La lista negra de inversiones, que Trump anunció en noviembre, desencadenó un nuevo conflicto, lo que llevó a China a amenazar con posibles acciones legales contra empresas globales que siguieron la prohibición de Estados Unidos.
Portavoces del Departamento del Tesoro y del Consejo de Seguridad Nacional declinaron hacer comentarios.
Los ADR de algunas de las compañías más grandes de China tocaron mínimos de sesión tras estas noticias. Alibaba Group Holding Ltd. cayó hasta un 1.7%, mientras que Baidu Inc. bajó 2.8%. Tencent Holdings Ltd. cayó un 1.2%.
La lista negra no solo es un problema en China, sino también en Wall Street. El sector financiero ha instado a la Administración Biden a revertir por completo la prohibición de inversión, según cuatro personas en la industria. Al menos, los bancos quieren una orientación clara de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, u OFAC, sobre el cumplimiento de la prohibición.
Trump confundió a los mercados con anuncios contradictorios sobre las sanciones durante sus últimos meses en el cargo. Las bolsas de valores y los inversionistas quedaron desorientados cuando Trump anunció en noviembre que a los estadounidenses se les prohibiría realizar inversiones en cualquier empresa en la lista recién creada del Departamento del Tesoro de “compañías militares comunistas chinas”.
Tras el anuncio, la Bolsa de Nueva York dijo que retiraría a tres grandes compañías de telecomunicaciones chinas, solo para revertir la decisión en medio de la confusión sobre el alcance de la prohibición. La bolsa restableció su plan tras presión ejercida por el entonces secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
Para aclarar, en enero, el Departamento del Tesoro de Mnuchin emitió un comunicado en el que indicaba que China Mobile Ltd., China Telecom Corp. y China Unicom Hong Kong Ltd. eran las empresas que debían ser retiradas de la bolsa.
‘Profundo temor’
“Las instituciones financieras globales que operan con estos valores de compañías militares chinas están bloqueadas”, dijo John Smith, exfuncionario de sanciones del Departamento del Tesoro y ahora socio de la firma de abogados Morrison & Forrester. “Se han interrumpido todas las operaciones que normalmente realizarían las mayores instituciones mundiales: temen profundamente infringir las sanciones de EE.UU.”.
OFAC ha publicado una guía limitada sobre cómo los grandes bancos que emplean a miles de estadounidenses que deben cumplir con la prohibición de inversión pueden realizar negocios que se extiendan a través de las operaciones mundiales, dijo Smith.
El Gobierno Biden no cumplió con la fecha límite del 15 de abril para presentar una nueva lista de compañías chinas vinculadas al Ejército ante el Congreso. La lista es compilada por funcionarios del Pentágono que tienen acceso a material clasificado y pueden determinar qué compañías benefician al Ejército chino.
Los inversionistas estadounidenses tienen un año para salir de las empresas una vez que aparezcan en la lista negra. Para las empresas que aparecieron en la lista original el año pasado, los inversionistas tienen hasta el 27 de mayo para acabar con las nuevas transacciones y hasta el 11 de noviembre para desinvertir completamente.
Una ley de política de defensa de EE.UU. promulgada en enero sobre el veto de Trump permite a la Administración Biden ampliar la prohibición de inversión para cubrir más del sector tecnológico chino, incluida cualquier empresa vinculada al espionaje, los abusos a los derechos humanos o la fabricación. Los asesores del presidente son conscientes de la posibilidad, pero no han tomado aún una decisión sobre la recomendación, dijo una de las personas.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y su equipo han indicado una continuación de la postura de Trump frente a China.