Poco después de asumir el cargo, el presidente Joe Biden fue a la sede del Departamento de Estado para decirle al resto del mundo que se podía contar nuevamente con Estados Unidos después de cuatro años de la política exterior de Donald Trump.
“Estados Unidos ha vuelto”, dijo Biden, en lo que se ha convertido en un mantra.
Pero mantener sus promesas en el escenario internacional ha resultado mucho más difícil de lo que Biden esperaba. La política interna ha sido habitualmente un obstáculo cuando se trata de tomar medidas sobre el cambio climático, los impuestos y enfrentar la pandemia, lo que socava las esperanzas de que Biden pueda regresar rápidamente a Estados Unidos a su papel incuestionable de líder mundial.
El resultado es una administración que se esfuerza por mantener su credibilidad en el extranjero mientras Biden lucha en la retaguardia en el Capitolio. Simplemente, es más difícil presionar a otros países para que hagan más para abordar los desafíos internacionales cuando él está batallando por cumplir con esos mismos problemas en casa.
“Cada cosa nueva quita un poco de brillo y contribuye a la sensación de un presidente en apuros”, dijo Michael O’Hanlon, director de investigación de política exterior de la Institución Brookings.
Biden se ha ganado el respeto por organizar una respuesta internacional a la invasión rusa a Ucrania, y Estados Unidos ha enviado más vacunas contra el coronavirus a todo el mundo que cualquier otro país.
Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, dijo que Biden “ha restablecido nuestras alianzas, incluida nuestra asociación esencial con Europa, ha construido nuevas plataformas e instituciones en algunas de las regiones más relevantes del mundo”, incluido el Indo-Pacífico, y demostrado liderazgo en “los temas que más importan”.
Pero su historial de política exterior es mucho más variado cuando necesita obtener apoyo en el Congreso.
Aunque ha asegurado cerca de US$ 54,000 millones en asistencia militar y financiera para Ucrania, algo que Watson describió como una cantidad histórica entregada con “velocidad sin precedentes”, los republicanos siguen oponiéndose uniformemente a muchas de sus iniciativas, y Biden se ha visto obstaculizado debido a los desacuerdos entre los demócratas.
El problema más reciente ha sido la ruptura de las negociaciones intermitentes con el senador demócrata Joe Manchin, quien retiró su apoyo para un posible acuerdo sobre un proyecto de ley para abordar el cambio climático y crear un impuesto mínimo global.
En ambos temas, Biden ya había hecho compromisos o llegado a un acuerdo internacional, pero el compromiso de Estados Unidos ahora está en duda.