Casi cuatro décadas después de que los votantes rechazaron el intento de reelección del entonces presidente Jimmy Carter, el 39no mandatario ha alcanzado un nuevo hito que la matemática electoral no puede refutar: es el más longevo de la historia de Estados Unidos.
El viernes, Carter cumplió 94 y 172 días, superando en un día la vida del expresidente George H.W. Bush, quien murió el 30 de noviembre a la edad de 94 años y 171 días. Los dos nacieron en 1924: Bush el 12 de junio y Carter el 1 de octubre.
Es una nueva distinción pospresidencial para Carter, cuyo legado desde que salió de funciones ha superado de lejos su arduo período en la Casa Blanca y el notable ascenso político que lo llevó desde el establecimiento familiar de cultivo del maní hasta su inesperada victoria presidencial en 1976.
Su longevidad vence también las probabilidades médicas: hace tres años anunció que tenía melanoma extendido al hígado y el cerebro. Se sometió a tratamiento y se le declaró curado.
“No se prevén festejos”, dijo Deanna Congileo, vocera del Centro Carter, que el expresidente y su esposa Rosalynn, de 91 años, fundaron en Atlanta en 1982 para promover los derechos humanos en el mundo.
Con sus décadas de campañas por la salud pública, el monitoreo de elecciones y la resolución de conflictos alrededor del mundo, el centro ha redefinido el papel de los expresidentes, quienes suelen retirarse a un relativo anonimato.