Estados Unidos renovó las sanciones económicas contra el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y apuntó contra varios altos funcionarios de defensa rusos en su intento de castigar a los países que apoyaron la invasión de Ucrania por parte del régimen de Vladimir Putin.
“Estados Unidos, con el apoyo de aliados y socios, está tomando medidas para promover la rendición de cuentas por los abusos y violaciones de los derechos humanos de los gobiernos de Rusia y Bielorrusia dentro y fuera de sus fronteras”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado.
“Al hacerlo, reiteramos nuestra condena a la guerra premeditada, injustificada y no provocada” del mandatario ruso Vladimir Putin, “así como al apoyo y facilitación del régimen de Lukashenko a la invasión de Rusia” a su vecino, agregó.
Lukashenko ha estado bajo sanciones estadounidenses desde el 2006, y Washington ha endurecido las restricciones sobre su gobierno y la economía del país tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú a fines del mes pasado.
Al renovar las medidas en su contra, el Tesoro describió a Lukashenko, en el poder desde 1994, como “jefe de un gobierno corrupto en Bielorrusia, cuya red de clientelismo beneficia a su entorno y a su régimen”.
Además, el Departamento de Estado prohibió la entrada a Estados Unidos a Lukashenko, a su esposa Galina (sancionada el martes por el Tesoro), a sus dos hijos mayores de edad, Viktor y Dzmitry (ya sancionados por el Tesoro en diciembre pasado), y a su hijo menor de edad.
Funcionarios rusos sancionados
El Departamento de Estado también anunció el martes medidas punitivas contra 11 funcionarios rusos de Defensa, incluidos ocho viceministros de esa cartera, así como el director general de una organización controlada por el Estado que comercia con artículos militares a nivel internacional.
Entre los funcionarios rusos se encuentra Viktor Zolotov, jefe de la Guardia Nacional de Moscú, que según Blinken “ha reprimido a los ciudadanos rusos que han salido a las calles para protestar por la brutal campaña de su gobierno en Ucrania” y también es “responsable de reprimir la disidencia en las áreas ocupadas” de Ucrania.
Dos miembros de la Agencia Federal de Seguridad de Rusia fueron sancionados por su participación en torturas, mientras que otros seis lo fueron por sus ataques contra disidentes de Chechenia que viven en Europa, dijo el Departamento de Estado.
Washington también dispuso restricciones de visa a 25 personas que, según dijo, estaban involucradas en “socavar la democracia en Bielorrusia”.
Además de renovar las sanciones contra Lukashenko, el Tesoro incluyó en su lista negra a tres funcionarios chechenos y al ministerio ruso al que estaban adscritos por su participación en la detención de Oyub Titiev, responsable en Chechenia de la ONG rusa de derechos humanos Memorial, condenado por posesión de estupefacientes en un caso que sus partidarios consideran un montaje.
También una jueza de Moscú, Natalia Mushnikova, fue sancionada por el Tesoro en virtud de la Ley Global Magnitsky del 2017, que permite castigar a quienes hayan cometido abusos de los derechos humanos en otros países.
“Las designaciones de hoy demuestran que Estados Unidos seguirá imponiendo consecuencias concretas y significativas a quienes cometen actos de corrupción o están vinculados a graves abusos contra los derechos humanos”, afirmó la directora de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro (OFAC), Andrea Gacki, citada en el comunicado.
“Condenamos los ataques de Rusia a los corredores humanitarios en Ucrania y pedimos a Rusia que ponga fin a su guerra no provocada y brutal contra Ucrania”, agregó.
Las sanciones del Tesoro congelan cualquier activo que los involucrados puedan tener en Estados Unidos y prohíben toda transacción a través del sistema financiero estadounidense.