La NASA suspendió el lanzamiento programado para el martes de su misión no tripulada a la Luna Artemis 1 debido a la tormenta tropical Ian, que se espera se fortalezca a medida que se aproxima a Florida.
Después de dos intentos de lanzamiento cancelados previamente, la agencia espacial estadounidense evalúa devolver el cohete a su sitio de ensamblaje ante la amenaza de condiciones climáticas extremas.
“La NASA abandona una oportunidad de lanzamiento el martes 27 de setiembre (...), mientras continúa observando el pronóstico del tiempo asociado con la tormenta tropical Ian”, dijo el sábado la agencia espacial estadounidense.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó que Ian se “intensificará rápidamente” durante el fin de semana a medida que avanza hacia Florida, sede del Centro Espacial Kennedy, desde donde se lanzará el gigantesco cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial).
El cohete SLS de color naranja y blanco, de 98 metros de altura, puede soportar ráfagas de viento de hasta 137 km/h en su plataforma de lanzamiento. Pero si es puesto a resguardo, se perderá la actual ventana de lanzamiento, que se extiende hasta el 4 de octubre.
El equipo de Artemis 1 debe decidir el domingo si devuelve el cohete hasta el edificio de ensamblaje “para permitir la recopilación y el análisis de datos adicionales”. De concretarse, la operación comenzará esa misma noche o el lunes en la mañana, dijo la NASA.
Jim Free, administrador asociado a la dirección de desarrollo de sistemas de exploración de la agencia espacial, dijo en Twitter que el “enfoque paso a paso” para decidir retirar o no el cohete preserva “una oportunidad de lanzamiento si las condiciones mejoran”, indicando que aún está sobre la mesa una fecha de lanzamiento en los próximos diez días.
De no ser así, la próxima ventana de lanzamiento del SLS, un megacohete desarrollado durante más de una década, será del 17 al 31 de octubre, con una posibilidad de despegue por día, excepto del 24 al 26, y el 28.
La misión Artemis 1 busca probar al SLS, así como la cápsula Orion no tripulada que se encuentra encima, en preparación para futuros viajes a la Luna con humanos a bordo.
Una misión exitosa será un gran alivio para la NASA, después de años de retrasos y sobrecostos.
Pero un nuevo revés sería un duro golpe para la agencia espacial, que debió descartar dos intentos de lanzamiento previos debido a fallas técnicas del cohete experimentó fallas técnicas, incluida una fuga de combustible.
Artemis, hermana de Apollo
La misión Artemis lleva el nombre de la hermana gemela del dios griego Apolo, que dio nombre a las primeras misiones lunares.
A diferencia de las misiones Apollo, que enviaron solo hombres blancos a la Luna entre 1969 y 1972, las Artemis verán a la primera persona negra y a la primera mujer pisar la superficie lunar.
Uno de los objetivos principales de la misión es probar el escudo térmico de la cápsula Orion, el más grande jamás construido. En su regreso a la atmósfera terrestre, deberá soportar una velocidad de 40,000 km/h y una temperatura equivalente a la mitad de la que se registra en la superficie del sol.
Para esta primera misión, Orion se aventurará hasta 64,000 kilómetros detrás de la Luna.
La próxima misión, Artemis 2, prevista para el 2024, transportará astronautas pero no alunizará. Ese honor será reservado para la tripulación de Artemis 3, que será lanzada no antes del 2025.
Después, la NASA espera realizar aproximadamente una misión al año.
El plan de la agencia estadounidense es construir una estación espacial en la órbita lunar, llamada Gateway, y una base en la superficie de la Luna.
La NASA aspira a probar allí las tecnologías necesarias para enviar a los primeros humanos a Marte: nuevos trajes, un vehículo para desplazarse o un posible uso del agua lunar, entre otros objetivos.
Según el director de la agencia espacial, Bill Nelson, un viaje de ida y vuelta a Marte a bordo de Orión, que duraría varios años, podría intentarse a fines de la década del 2030.
Se estima que el costo del programa Artemis alcanzará los US$ 93,000 millones para el 2025, con sus primeras cuatro misiones registrando la friolera de 4,100 millones cada una, según una auditoría del gobierno.