La agencia crediticia Moody’s aseguró que el sistema bancario estadounidense se mantendrá estable al menos entre los próximos 12 a 18 meses dados los fundamentos crediticios existentes, a pesar de la guerra en Ucrania y gracias al endurecimiento de la política de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Según Moody’s, las condiciones operativas para los bancos de Estados Unidos continúan siendo favorables y aunque el riesgo de los activos aumentará, lo hará de manera moderada.
En este sentido, apunta que este riesgo de los activos aumentará este año y el próximo, como consecuencia de la retirada de los estímulos del Gobierno para paliar los estragos de la crisis causada por el coronavirus.
“Sin embargo, este aumento se verá atenuado por las condiciones económicas favorables. Los bancos tienen reservas para absorber algunas de las mayores pérdidas crediticias, aunque es probable que hagan provisiones adicionales”.
La agencia también indicó que la rentabilidad previa a las provisiones mejorará.
Moody’s apunta, por un lado, que a pesar de que la guerra entre Rusia y Ucrania ha empañado la previsión de crecimiento del Producto Bruto Interno estadounidense, este continúa por encima de la media histórica.
“Esto, junto con una mayor actividad comercial y de consumo, respaldará el crecimiento de los préstamos y los ingresos de los bancos”, agrega la compañía en un comunicado.
En cuanto a la política más agresiva adelantada por la Fed para intentar frenar la desbocada inflación subiendo los tipos de interés, Moody’s considera que beneficiará a las entidades financieras.
El banco central estadounidense ya subió los tipos de interés 0.25 puntos y podría subirlo en mayo otro 0.50.
“El cambio de la política monetaria de la Fed de flexible a dura aumentará la rentabilidad de los bancos a través de mayores márgenes de interés neto e ingresos netos por intereses, que representan la mayoría de los ingresos de los bancos de Estados Unidos”, aseguró la vicepresidente de Moody’s Rita Sahu.
Sahu agregó que los bancos mantienen “reservas de capital sólidas” para afrontar eventuales pérdidas por estrés, así como una financiación y una liquidez buenas.
Moody’s también llama la atención sobre un “creciente riesgo sistémico en los mercados de crédito privado” que podría extenderse a los préstamos comerciales e industriales de los bancos.
Como factores que también podrían afectar negativamente al sistema financiero están los continuos atascos en la cadena de suministro, el mantenimiento de una inflación elevada, el riesgo geopolítico alto y nuevos brotes generalizados de COVID-19.