El Tesoro de Estados Unidos reducirá este mes su venta de deuda a largo plazo por tercer trimestre consecutivo para alinear mejor su emisión con las necesidades de gasto del Gobierno, según la mayoría de los operadores de bonos.
Si bien eso supondría el tramo más largo de recortes desde el 2014-2015, bien podría ser la reducción final por algún tiempo, dado que la Reserva Federal está a punto de reducir sus tenencias de bonos del Tesoro de Estados Unidos en cientos de miles de millones de dólares para fin de año. Esa contracción del balance de la Fed obligaría eventualmente al Departamento del Tesoro a aumentar su emisión.
El miércoles, el Tesoro anunciará planes para su llamado reembolso trimestral de valores a largo plazo, cuando normalmente también revela cualquier cambio en su estrategia general de emisión. Los operadores estarán atentos a cómo los gestores de deuda pretenden hacer frente a la disminución de la cartera de bonos de la Fed, que se dará a conocer más tarde ese mismo día.
En cuanto a reembolso trimestral en sí, se espera ampliamente que el total de la subasta de la próxima semana entre los operadores disminuya en US$ 6,000 millones a US$ 7,000 millones, en comparación con los US$ 110,000 millones vendidos en febrero. Eso marcaría una reducción ligeramente menor que el recorte de US$ 10,000 millones de la última vez.
La gestión de la deuda será un acto de malabarismo para el Tesoro en los próximos meses, no solo por el llamado ajuste cuantitativo de la Fed, sino también por un auge en los ingresos fiscales que está inflando el saldo en efectivo del departamento y reduciendo el déficit fiscal, por el momento.
“La confluencia de la reducción del balance de la Fed y las expectativas de un menor déficit crean cierta incertidumbre con respecto a la estrategia del Tesoro”, dijo Jonathan Cohn, director de estrategia de negociación de tasas en Credit Suisse Group AG.
El ajuste cuantitativo de la Fed “reduce la necesidad de más recortes en el tamaño de los cupones más allá del próximo trimestre. Sin embargo, nuestras expectativas de necesidades de financiamiento reducidas aún implican margen esta vez para otra ronda de recortes significativos en el tamaño de la subasta nominal”.
Los cupones se refieren a valores con pago de intereses y se distinguen de las notas, que son a menor plazo y no pagan intereses.
“No nos sorprendería si los tamaños de las subastas no se modifican, ni nos sorprendería si los recortes modestos se extienden a plazos de dos a cinco años”, escribieron los estrategas de Wells Fargo Zachary Griffiths y Michael Pugliese en una nota.
Los estrategas de Wells Fargo estiman que la disminución del balance de la Fed aumentará la oferta del mercado de cupones del Tesoro en casi US$ 1 billón hasta fines del 2023. Durante ese período, prevén que la emisión de notas aumentará aproximadamente US$ 125,000 millones.
La mayoría de los operadores esperan que el Tesoro intente mantener estable la proporción de notas en relación con la deuda total pendiente. Actualmente, la demanda de bonos por parte de los inversionistas supera la oferta.
Una ligera reducción en el reembolso se alinearía con recomendaciones del Comité Asesor de Préstamos del Tesoro, un panel de los principales operadores de bonos e inversionistas que delibera con el Tesoro. El Comité ha aconsejado mantener la proporción de las notas del Tesoro en un rango de 15%-20% en los próximos años fiscales. A finales de marzo, rondaba el 17%.
Los operadores pronostican que las ventas de valores del Tesoro protegidos contra la inflación, conocidos como TIPS, aumentarán nuevamente en los planes del miércoles. El Gobierno ha estado tratando de aumentar los TIPS como parte de la deuda pendiente.
Los economistas de Jefferies Thomas Simons y Aneta Markowska son una pequeña minoría que estima que no habrá cambios en las subastas de la próxima semana. Para ellos, eso se debe, en parte, a la expectativa de que el Tesoro querrá evitar recortar las ventas solo para tener que volver a aumentarlas a medida que avance el ajuste cuantitativo de la Fed.