La fuerte inflación ha causado tantos agobios a la economía de Estados Unidos que se ha llegado a esto: si el informe de empleo del viernes para agosto muestra una desaceleración significativa en las contrataciones, la Reserva Federal e incluso la Casa Blanca, probablemente lo agradezcan.
El gobierno probablemente informará que los empleadores crearon 300,000 puestos de trabajo el mes pasado, según una encuesta de FactSet entre economistas. Esa cifra sería menor a las 528,000 vacantes de julio y que el promedio de 440,000 de los últimos tres meses. Así, la tasa de desempleo se mantendría en 3.5%, dice FactSet, igualando un mínimo de medio siglo.
Un ritmo de contratación más débil contribuiría a moderar los aumentos salariales y aumentaría las esperanzas de que las presiones inflacionarias estén comenzando a ceder. Eso, a su vez, ayudaría a la Fed a controlar la inflación, que está cerca de su nivel más alto en cuatro décadas.
Muchas empresas trasladan sus crecientes costos laborales a los clientes aumentando los precios. Por el contrario, cuando los salarios suben más lentamente, las empresas tienen menos necesidad de subir los precios.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, y otros funcionarios del banco central, han enfatizado cada vez más su determinación de controlar la inflación, incluso a costa de dañar la economía.
La semana pasada, Powell dijo que la Fed está preparada para seguir subiendo las tasas de interés y mantenerlas elevadas para lograr ese objetivo. Advirtió que estas acciones probablemente causen dolor a los estadounidenses en forma de una economía más débil y la pérdida de empleos.
El mercado de valores ha caído todos los días desde ese discurso, ante temores de que la Fed pueda causar una recesión.
Powell también dijo que el mercado laboral está “claramente desequilibrado”, debido a que hay una demanda de trabajadores que “supera sustancialmente” la oferta disponible. De hecho, el gobierno informó esta semana que el número de puestos de trabajo disponibles aumentó en julio a un nivel casi récord, después de tres meses de caídas.
Hay en promedio dos vacantes por cada desempleado, una señal de que muchas empresas todavía están desesperadas por contratar y de que podrían seguir aumentando los salarios para hacerlo.