El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió sobre las crecientes presiones sobre los precios y la nueva incertidumbre causada por la variante ómicron del COVID-19, y dijo que los banqueros centrales de Estados Unidos deberían centrarse más en los riesgos de inflación.
En un blog publicado el viernes, la economista en jefe del FMI, Gita Gopinath, y Tobias Adrian, director de la división de mercados monetarios y de capital del fondo, advirtieron que el resurgimiento de la pandemia y la variante ómicron habían aumentado drásticamente la incertidumbre sobre las perspectivas económicas mundiales.
Sin embargo, agregaron que la fuerza de la recuperación y la magnitud de las presiones inflacionarias subyacentes han variado ampliamente entre países, y las respuestas podrían calibrarse a las circunstancias únicas de cada economía.
En Estados Unidos, donde los precios al consumidor alcanzaron un máximo de 31 años en octubre, dijeron, había motivos para que la política monetaria otorgara mayor peso a los riesgos de inflación, en comparación con otras economías avanzadas, incluida la zona del euro.
“Sería apropiado que la Reserva Federal (Fed) acelere la reducción de las compras de activos y adelante el camino para los aumentos de las tasas de política monetaria”, escribieron, haciéndose eco de los comentarios de esta semana del presidente de la Fed, Jerome Powell.
Con el tiempo, escribieron, es posible que otros países necesiten ajustar la política monetaria antes de lo esperado si las presiones inflacionarias se generalizan.
Además, pidieron a los responsables políticos que se mantengan ágiles, centrados en los datos y que comuniquen cuidadosamente sus medidas “para no desencadenar un pánico en el mercado que tendría efectos perjudiciales”, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo.
Los economistas dijeron que el aumento de los precios de la energía y la comida había acelerado la inflación en muchos países, y factores globales como los altos precios de los alimentos básicos podrían continuar agregando presión en el 2022.
Si bien es probable que la inflación se mantenga elevada hasta bien entrado el 2022 en varios países, las medidas de las expectativas de inflación para el mediano y largo plazo se mantuvieron cerca de los objetivos de política monetaria en la mayoría de las economías, indicó el FMI.
Gopinath y Adrian sostuvieron que las expectativas de inflación de largo plazo habían aumentado en Estados Unidos, pero que permanecían cercanas a los promedios históricos y aún parecían estar bien ancladas.
Las expectativas de inflación de la zona del euro habían aumentado, pero se esperaba que estuvieran mejor ancladas al objetivo de 2% del Banco Central Europeo (BCE).
El FMI dijo que espera que el desajuste en la oferta y la demanda se atenúe con el tiempo, reduciendo algunas presiones sobre los precios, como los retrasos de los envíos y la escasez de semiconductores, que probablemente mejorarían en la segunda mitad del 2022.
Sin embargo, las interrupciones de la oferta y la alta demanda duraron más de lo esperado y ahora es probable que la inflación sea más alta durante más tiempo de lo que se pensaba anteriormente, señaló el FMI.