Algunas firmas estadounidenses de servicios petroleros cuyas operaciones en Venezuela quedaron congeladas por las sanciones se están uniendo a una exhortación a Washington por permisos para reiniciar labores de perforación en el país, según ocho fuentes con conocimiento de las conversaciones.
Si se les permite reanudar el trabajo, Venezuela podría aumentar rápidamente su capacidad de producción más allá de un millón de barriles por día (bpd), según analistas. El suministro adicional también podría llenar el vacío que dejará la prohibición de Washington a las importaciones de energía rusa, que ha contribuido a que el barril supere los US$ 100.
Schlumberger, Halliburton, Baker Hughes y Weatherford están incapacitadas desde el 2019 para ayudar a PDVSA y sus empresas mixtas a producir. Cualquier relajación por parte del Departamento del Tesoro de la licencia restringida que las cuatro empresas comparten con Chevron Corp podría permitirles expandir sus operaciones.
Desde que Estados Unidos impuso por primera vez sanciones comerciales al petróleo venezolano, muchas empresas han retirado equipos y personal y reducido cientos de millones de dólares del valor en libros de sus activos allí. Pero más de una docena de taladros permanecen almacenados cerca de los campos petroleros más grandes del país.
Una reunión de alto nivel entre funcionarios estadounidenses y venezolanos en marzo abrió la puerta al posible retorno del petróleo venezolano a Estados Unidos. Las conversaciones coincidieron con la prohibición de Washington a las importaciones de petróleo ruso por su invasión a Ucrania, una medida que entrará en vigor esta semana.
Las compañías de servicios petroleros que aún tienen presencia en Venezuela podrían reactivar rápidamente los equipos en el país, dijeron las fuentes, lo que podría impulsar la producción de crudo, que se mantiene en un 40% de los niveles previos a las sanciones.
“Si las empresas mixtas (de PDVSA) van a obtener una licencia para operar, pues necesitan a las empresas de servicios también”, declaró el presidente de la Cámara Petrolera de Venezuela, Reinaldo Quintero.
Baker Hughes indicó que no comentaría sobre especulaciones o actividades futuras. Schlumberger dijo que sus políticas no permiten el cabildeo ni contribuciones políticas.
La firma de inversión Amos Global Energy presentó solicitudes a Estados Unidos para participar en el sector energético de Venezuela y tiene una compañía de servicios a pozos lista para trabajar si se le permite, afirmó su fundador, Ali Moshiri.
Weatherford y Halliburton declinaron comentar. PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios.
En fila
Chevron ha solicitado al Gobierno del presidente Joe Biden autorización para tomar el control operativo de sus proyectos con PDVSA. La empresa también está formando un equipo comercial para reinsertar el crudo venezolano en Estados Unidos.
Pero funcionarios estadounidenses aún debaten si expanden la licencia actual, que expira en junio, dijeron fuentes en Washington. Esa decisión sería considerada como una relajación de algunas sanciones al sector petrolero de Venezuela.
Las perspectivas de tal cambio se han atenuado tras las críticas de legisladores republicanos y algunos demócratas.
Algunas firmas de servicios han comunicado individualmente a través de intermediarios al Departamento del Tesoro que respaldan el esfuerzo de Chevron por obtener una licencia ampliada y podrían brindar servicios si se otorga la aprobación, dijo una de las fuentes de Washington.
Las conversaciones no se realizaron mediante cabildeo formal, según dos fuentes corporativas. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos declinó comentar.
Pequeñas firmas contratadas por PDVSA desde el 2021 para reactivar la producción petrolera principalmente mediante mantenimiento y obras en pozos han ayudado a detener la caída libre que arrastraban la producción y las exportaciones.
Pero el conteo de taladros de perforación activos de Venezuela se mantiene en cero desde el 2020, frente a las 87 unidades del 2013, según estadísticas de Baker Hughes. Una parte del equipo que alguna vez fue operado por contratistas locales y empresas controladas por Rusia ahora está inactivo.
Solo un puñado de grandes taladros de perforación siguen presentes en la Faja del Orinoco, la principal región productora de Venezuela, y los que están allí, incluidos dos taladros modulares de 2,000 caballos de fuerza (HP) y otro de 1,500 HP, están inactivos debido a facturas impagas, señaló una fuente de una empresa mixta entre PDVSA y una compañía de propiedad rusa.
PDVSA también continúa tratando de reutilizar dos taladros de 750 HP provistos por China para producir variedades clave de crudo para refinación, mientras contrata equipos y cuadrillas locales de reacondicionamiento, dijeron dos fuentes.
De las cuatro empresas estadounidenses de que comparten la licencia de Chevron, Schlumberger tiene unos 15 taladros en Venezuela, el inventario individual más grande de equipos inactivos de una empresa privada. Las otras compañías en su mayoría han sacado los equipos del país o tienen medidas restrictivas sobre equipos, dijeron tres de las fuentes.