El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, dijo que la entidad va actuar para asegurarse de que la expansión económica del país se sostenga, en un momento en que hay “riesgos significativos” por el deterioro de crecimiento global.
Mientras se recrudece la pugna comercial entre Estados Unidos y China, con el anuncio este viernes de medidas de represalia de Pekín, Powell dijo que la Fed no tiene un manual para responder a la incertidumbre que provocan estas tensiones.
El jefe del banco central estadounidense señaló además que "la inflación baja parece ser el problema de esta era; no la inflación alta".
“Estamos observando con atención los desarrollos a medida que evaluamos sus implicaciones para el pronóstico para Estados Unidos y para el camino que va a tomar la política monetaria”, dijo Powell.
La Fed recortó el mes pasado por primera vez en casi una década la tasa de interés, en parte debido al impacto de la incertidumbre comercial en las perspectivas de crecimiento, pero este esperado discurso de Powell dejó claro que el emisor estadounidense tiene herramientas limitadas para responder.
Powell intenta por un lado defender la independencia de la Fed de la interferencia política, hacer lo correcto con municiones muy limitadas y, a la vez, manejar las divisiones internas dentro de la entidad sobre cuál es el nivel apropiado de las tasas de intereses.
En un momento en que varios indicios apuntan a la posibilidad de una recesión en ciernes, cualquier paso en falso podría perjudicar a los mercados que cada vez confían más - e incluso claman - por más recortes de las tasas, en un momento en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump critica asiduamente a la Fed.
Aunque Trump fue quien nombró a Powell, lo espolea a diario criticando que el año pasado subiera las tasas de interés demasiado rápido y está pidiendo que la Fed las recorte drásticamente para ayudar a la economía y debilitar al dólar.
El jueves Trump se quejó en Twitter de que las tasas en Europa estaban demasiado bajas y que esto colocaba a Estados Unidos en desventaja.
La guerra comercial declarada por Trump contra China ha atizado los miedos de que haya un enfriamiento de la economía, especialmente en un momento de incertidumbre por el impacto del Brexit en Europa, con un frenazo de la economía en China y en Alemania.
China anunció este viernes un plan de retaliación frente a la barrera arancelaria de Estados Unidos, lo que hace que una solución sea aún más improbable.