El presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, se unió el jueves a sus colegas del banco central de Estados Unidos al afirmar que reducir la elevada inflación es “la primera tarea” de la entidad y para ello “podría muy bien” subir las tasas de interés otros 75 puntos básicos este mes.
Hay una “posibilidad decente” de que el resultado no sea una recesión, dijo Evans en un foro económico celebrado en el College of Dupage en Glen Ellyn, Illinois.
“No queremos restringir de manera innecesaria la economía”, indicó. “Pero sí tenemos que preocuparnos por el entorno de alta inflación”, que está actualmente en el 6,3% según la medida preferida de la Fed, muy por encima del objetivo del 2% del banco central.
Tras afirmar que aún no había tomado una decisión sobre el movimiento correcto en la reunión de política monetaria que se celebrará los días 20 y 21 de septiembre, Evans dejó claro que la tasa de política monetaria de la Fed -que ahora se encuentra en el rango del 2.25% al 2.50%- debe aumentar hasta un 3.25% a 3.50% este año y hasta alrededor del 4.00% el próximo año.
La tasa de desempleo estadounidense, ahora en el 3.7%, también subirá, pero sólo hasta cerca del 4.5%, mucho menos de lo que cabría esperar si la batalla contra la inflación se redujera solo a las alzas de tasas de la Fed, dijo Evans.
Asimismo, añadió que espera que la inflación caiga por debajo del 3% el próximo año, debido no solo a las subidas de tasas, sino a que también se desatasquen las cadenas de suministro enredadas por la pandemia, un motor clave de la inflación en el mundo.
En cuanto al crecimiento de Estados Unidos, afirmó que “creo que nos las arreglaremos” con un crecimiento del PBI de alrededor de medio punto porcentual este año y sin contraerse.