La ola de coronavirus que fue impulsada por la variante delta parece haber dejado su huella en los posibles viajeros estadounidenses. A pesar de que la mitad del país está vacunada y los datos muestran que las altas tasas de infección comienzan a caer, la “frenética demanda de viajes” parece estar disipándose, según la firma de investigación de mercado Destination Analysts.