Estados Unidos sancionó hoy a seis funcionarios de seguridad de Venezuela leales al presidente Nicolás Maduro por obstruir el ingreso de ayuda humanitaria al empobrecido país el sábado pasado.
"Estamos sancionando a los miembros de las fuerzas de seguridad de Maduro en respuesta a la violencia reprensible, las muertes trágicas y la quema innecesaria de alimentos y medicamentos destinados a venezolanos hambrientos y enfermos", dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
Entre los sancionados están el comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, mayor general Richard Jesús López Vargas; así como Jesús María Mantilla Oliveros, comandante de una unidad encargada por Maduro para reforzar la seguridad en la frontera con Brasil, dijo el Departamento del Tesoro.
Las medidas también afectan a los jefes de Defensa en los estados de Bolívar, fronterizo con Brasil, general Alberto Mirtiliano Bermúdez Valderrey; y Táchira, limítrofe con Colombia, José Leonardo Noroño Torres.
Además, fueron sancionados José Miguel Domínguez Ramírez, comisionado jefe de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Tachira; y el coronel Cristhiam Abelardo Morales Zambrano, director de la PNB en ese estado.
Las sanciones congelan cualquier activo que estas personas puedan tener en Estados Unidos, y les prohíbe toda transacción financiera con individuos o entidades estadounidenses.
Estados Unidos, con apoyo de Colombia y Brasil, intentó el fin de semana pasado ingresar ayuda humanitaria a Venezuela siguiendo un llamado del líder opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido por Washington y más de 50 países como presidente interino.
Pero las fuerzas leales a Maduro bloquearon la operación, que derivó en enfrentamientos que dejaron cuatro muertos y cientos de heridos.
Maduro niega que haya una "emergencia humanitaria" en Venezuela y rechaza la asistencia por considerarla el comienzo de una invasión militar liderada por Estados Unidos para derrocarlo, dado que el presidente Donald Trump no ha descartado el uso de la fuerza para forzar la salida de Maduro, cuyo mandato considera resultado de elecciones fraudulentas y por tanto "ilegítimo".
"Estados Unidos apoya firmemente los esfuerzos del presidente interino Juan Guaidó, y el Tesoro continuará apuntando a los partidarios de Maduro que prolongan el sufrimiento de las víctimas de esta provocada crisis humanitaria", dijo Mnuchin.
Políticamente dividida, Venezuela, declarada en default parcial en el 2017 por varias agencias calificadoras, está sumida en una crisis económica sin precedentes, marcada por la hiperinflación y una severa escasez de productos básicos. Unos 2.7 millones de personas abandonaron el país desde el 2015, según la ONU.
Desde el 2015, Washington ha sancionado a decenas de funcionarios y exfuncioanarios venezolanos, entre ellos al propio Maduro, acusándolos de violaciones a los derechos humanos, corrupción y narcotráfico.
Además, aplicó un embargo al crudo de Venezuela, crucial para su economía, que empezará a regir el 28 de abril.
Rusia, aliada de Maduro, prometió el viernes continuar con su ayuda humanitaria "legítima" a Venezuela.